Arañas: qué debemos hacer ante una mordedura
Las arañas no son insectos, son arácnidos: una clase de artrópodos con cuatro pares de patas y ojos simples; no poseen antenas.
Las picaduras de algunas arañas son sumamente peligrosas debido a su toxicidad, como sucede con la viuda negra. En otros casos, asustan más de lo que pican, como sucede con la araña pollito.
En nuestra ciudad, encontramos dos tipos de arañas con mayor asiduidad:
- Loxosceles laeta: comúnmente llamada «araña de los rincones», «araña marrón» o «araña del violín». Habita detrás de los muebles y cuadros, entre la ropa en desuso y en rincones donde no se la moleste. Si bien es de baja agresividad, su veneno puede ser peligroso, ya que es necrótico-hemolítico. Provoca una lesión cutánea con placa marmórea, que evoluciona a escara necrótica y úlcera. Puede producir compromiso visceral, fiebre, escalofríos, ictericia y lesiones renales agudas. Como antídoto, el médico debe aplicar un antiveneno específico.
- Lycosa: el nombre vulgar es «corredora de jardín». Habita entre las plantas y no es agresiva. Tiene un veneno poco activo que genera ampollas en el lugar de la picadura; ocasionalmente puede provocar necrosis. En el jardín y la huerta son muy útiles, ya que actúan como depredadores de otros insectos que podrían afectar las plantas.
Para identificar la mordedura de una araña, se debe observar el área afectada e identificar dos puntos conocidos como «puntos esquemáticos».
En todos los casos de picaduras de arañas, es necesario higienizar la zona y aplicar la vacuna antitetánica. De ser posible, capturar la araña ayudará al médico a identificar el individuo y saber que antídoto debe aplicar.
Por supuesto, la fumigación general de la vivienda elimina también las arañas.
Fuentes: Hospital Nacional Posadas y Mariel Reimann, para familias.com
Etiquetas: Arañas