Atraídas por la luz, en verano llegan las molestas cotorritas
El calor favorece su proliferación y no existe foco de luz que en el verano no se vea envuelto por una nube de «cotorritas», tal como se conoce vulgarmente a la especie de cicadélidos.
El problema es cuando la luz está sobre la mesa en la que comemos -las cotorritas se caen en la comida- o sobre un lugar en el que nos gusta sentarnos. Cuando se produce un golpe de calor, nacen más individuos y entonces pueden invadir también las pantallas del televisor o de la computadora.
Podemos evitar que accedan al hogar utilizando mosquiteros y manteniendo las puertas cerradas. En cuanto al patio, la terraza o el jardín, se puede rociar la zona con alguno de los aerosoles que se encuentran en el mercado, pero sólo momentáneamente, ya que al rato estarán nuevamente encima nuestro.
Si procedemos a fumigar el hogar, seguramente durante varios días nos libraremos de esta invasión.
De todos modos, su vida es muy corta: a la mañana siguiente, encontraremos montones de cadáveres debajo de los focos de luz y se convertirán en el festín de las hormigas coloradas.
Foto: El Día
Etiquetas: Cotorritas