Control biológico del dengue
El control biológico de las plagas es una metodología recomendada por aquellos que privilegian el cuidado del medio ambiente, evitando contaminarlo con elementos tóxicos. La desventaja del uso de venenos es que no sólo matan las plagas indeseables, sino que también actúan sobre los insectos benéficos. Como ejemplo, podemos nombrar el caso de las abejas, cuya población está seriamente comprometida por el uso de agr…
Continue readingLagartijas: nuevos habitantes de Buenos Aires
El clima de nuestra ciudad se va tropicalizando y eso hace que las lagartijas puedan instalarse y reproducirse con facilidad.
Cada vez vemos más en nuestra ciudad y debemos saber que son totalmente inofensivas para las personas y los animales domésticos. Por el contrario, nos ayudan a combatir insectos molestos, como moscas y mosquitos.
“En la ciudad existen dos especies de gecos, una con cabeza más maciza que la otra. Eran vistos con mayor frecuencia en Flores, Floresta y Chacarita, aunque actualmente pueden haber extendido sus poblaciones a otros barrios”, indicó Julián Faivovich, jefe de la División Herpetología del Museo de Ciencias Naturales.
En la Agencia de Protección Ambiental de la ciudad (APRA) también coincidieron. “No tenemos números que indiquen aumento en la población como para declararlos una plaga. Lo que se ve empíricamente es que están apareciendo en más cantidad de barrios. Creemos que el aumento de las temperaturas favorece la abundancia de alimentos”, indicó Flavia Broffoni, directora de Estrategias Ambientales del organismo.
Si alguna persona les teme, sepa que las lagartijas nos tienen más miedo a nosotros. No se dejan ver con facilidad y muchas veces las descubrimos cuando regamos, porque se asustan con el chorro de agua que les cae encima.
Por el momento, no se trata de una invasión ni mucho menos. Simplemente, los animales se instalan donde el clima los favorece y encuentran alimento suficiente.
Fuente: parabuenosaires.com
Insectos: cuanto más coloridos, más tóxicos
Los animales cuyos colores más destacan sobre los de su entorno natural tienen un mayor riesgo de ser detectados y comidos por sus depredadores, a no ser que posean un tamaño corporal tan grande que carezcan de depredador, o que resulten tóxicos. Por eso cuando un animal pequeño tiene colores chillones y la selección natural marcada por la tasa de supervivencia no le ha hecho cambiar, ello significa a menudo que dicha criatura es tóxica, ya sea por resultar incomestible o porque cuenta con la capacidad de inyectar veneno a sus atacantes.
Investigadores del Centro de Ecología y Conservación adscrito a la Universidad de Exeter en el Reino Unido, han experimentados con uno de los insectos más vistosos: las mariquitas o vaquitas de San Antonio.
Los investigadores midieron la toxicidad de las mariquitas utilizando un ensayo biológico. Los resultados muestran que cinco especies muy comunes tienen cada una niveles distintos de defensa tóxica. Y la pauta con respecto al patrón cromático está clarísima: las especies con los colores que resultan más llamativos y vistosos en relación con la vegetación natural donde suelen vivir, son también las más tóxicas.
Por otra parte, estos insectos son beneficiosos para el hombre, ya que actúan como polinizadores y depredadores de las plagas de jardín. Se está experimentando con sueltas de vaquitas de San Antonio en zonas de cultivo, apuntando al control biológico de plagas.
Fuente: noticiasdelaciencia.com
Sapos con malformaciones en Fernando de Noronha
Fernando de Noronha es una isla ubicada en el nordeste brasileño. Fue declarada Parque Nacional Marino y un lugar considerado como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Como tal, el espacio está protegido y no se puede acceder sin un permiso específico, además de pagar una tasa diaria.
A pesar de todas las precauciones y cuidados, la isla no está libre de problemas para las especies que la habitan.
Recientemente ha aparecido una cantidad muy importante de sapos cururú con deformidades. Los anfibios invadieron la isla hace varias décadas y ahora casi la mitad tienen malformaciones en las extremidades, los ojos y la boca. Algunos no tienen patas, a otros les faltan o le sobran dedos o los tienen deformes. Hay individuos que presentan anomalías en las mandíbulas y narices.
Esas malformaciones han cambiado el modo en que se comportan. En condiciones normales, la mayoría de los sapos usan pistas visuales para encontrar, cazar o atrapar su presa. «A diferencia de los sapos normales, los que son ciegos literalmente esperan que los insectos caminen sobre ellos antes de comérselos», dice Luis Felipe Toledo, un biólogo especializado en anfibios de la Universidad Estatal de Campinas en São Paulo.
Debido a que los sapos ciegos simplemente comen lo que les pasa al lado, ya no están seleccionando sus presas, agrega. «Eso causa distintas condiciones en el organismo».
A pesar de estas deformidades, los cururú continúan proliferando en la isla. Una razón es que se trata de una especie introducida y no tiene depredadores naturales o competidores locales.
Nadie sabe con certeza cuándo llegaron los sapos allí. «Según una historia, hace cerca de 100 años un sacerdote se llevó algunos sapos de la parte continental de Brasil a la isla para mantener bajo control a los insectos en sus cultivos», dice Toledo.
Los científicos han encontrado alteraciones endocrinas, función inmune suprimida y también alteraciones en la reproducción, y no sólo en anfibios. Esto significa que otras especies podrían estar en riesgo.
Los sapos -junto con las lagartijas- son excelentes predadores de insectos y el mejor amigo que podemos encontrar para la huerta o el jardín.
Fuente: La Nación
Murciélagos, objeto de investigación
Desde el año 2011 la Dra. Olga Suárez -Directora del Laboratorio de Ecología de Roedores Urbanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigadora independiente del CONICET- estÁ trabajando junto con otros colegas del Instituto Malbrán en la implicancia sanitaria de la infección por Hantavirus e Histoplasma capsulatum en roedores y murciélagos asociados a ambientes urbanos.
Es en el marco de este proyecto que financiados por el Ministerio de Salud de la Nación exploran la presencia de estos patógenos en tejidos de roedores y murciélagos capturados en diferentes ambientes de Ciudad de Buenos Aires a fin de estimar la prevalencia de infección y analizar la relación entre el hábitat (lugar de captura) y el porcentaje de infección para cada animal.
Dado que la captura de murciélagos en un ambiente urbano es difícil, los investigadores han solicitado a las Empresas de Control de Plagas ejemplares vivos a partir de los servicios de exclusión de murciélagos que comúnmente se realiza en los taparrollos de las viviendas o lugares afines.
Los murciélagos se alimentan de insectos, por lo que tienen gran importancia para el ecosistema, aunque a la mayoría de las personas les disguste encontrarlos en sus viviendas.
Pueden trasmitir algunas enfermedades, por lo que se debe evitar manipularlos. Si encontramos excrementos -suelen aparecer en el alféizar de las ventanas o debajo de las correas que se utilizan para levantar las persianas- debemos retirarlos con guantes descartables y desinfectar la zona con lavandina.
Por ser una especie protegida no está permitido exterminarlos, sino que habrá que ahuyentarlos. En el mercado existen algunos productos aptos para este fin. También es útil colocar bolitas de naftalina en el taparrollos, ya que el olor no les agrada.
Murciélagos, objeto de investigación
Desde el año 2011 la Dra. Olga Suárez -Directora del Laboratorio de Ecología de Roedores Urbanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigadora independiente del CONICET- estÁ trabajando junto con otros colegas del Instituto Malbrán en la implicancia sanitaria de la infección por Hantavirus e Histoplasma capsulatum en roedores y murciélagos asociados a ambientes urbanos.
Es en el marco de este proyecto que financiados por el Ministerio de Salud de la Nación exploran la presencia de estos patógenos en tejidos de roedores y murciélagos capturados en diferentes ambientes de Ciudad de Buenos Aires a fin de estimar la prevalencia de infección y analizar la relación entre el hábitat (lugar de captura) y el porcentaje de infección para cada animal.
Dado que la captura de murciélagos en un ambiente urbano es difícil, los investigadores han solicitado a las Empresas de Control de Plagas ejemplares vivos a partir de los servicios de exclusión de murciélagos que comúnmente se realiza en los taparrollos de las viviendas o lugares afines.
Los murciélagos se alimentan de insectos, por lo que tienen gran importancia para el ecosistema, aunque a la mayoría de las personas les disguste encontrarlos en sus viviendas.
Pueden trasmitir algunas enfermedades, por lo que se debe evitar manipularlos. Si encontramos excrementos -suelen aparecer en el alféizar de las ventanas o debajo de las correas que se utilizan para levantar las persianas- debemos retirarlos con guantes descartables y desinfectar la zona con lavandina.
Por ser una especie protegida no está permitido exterminarlos, sino que habrá que ahuyentarlos. En el mercado existen algunos productos aptos para este fin. También es útil colocar bolitas de naftalina en el taparrollos, ya que el olor no les agrada.
Caracoles: el terror de huertas y jardines!
Los caracoles son animales gasterópodos provistos de una concha que protege su cuerpo. En estaciones secas suelen hibernar, pero luego de una lluvia o cuando hay mucha humedad, los vemos proliferar en nuestro jardín.
Como herbívoros, los caracoles comen plantas, frutas, verduras, algas e incluso plantas en descomposición, que pueden convertirse en un manjar para muchos. En casos de necesidad, llegarán a comer tierra e incluso pueden mostrar comportamientos carroñeros.
- Si son lo bastante grandes, podemos retirarlos a mano.
- Si espolvoreamos cáscara de huevo molida alrededor de las plantas, no se podrán acercar.
- Si colocamos un trapo embebido en leche o en cerveza, se sentirán atraídos por el olor de estos elementos y dejarán nuestras plantas en paz. Bastará con renovar el trapo para eliminarlos. Otra opción del mismo tenor es colocar una latita vacía de atún llena de cerveza o de leche, para atraerlos.
De todos modos, si no vemos que nuestras plantas aparecen algo comidas pero hay pocos caracoles, éstos se comerán la hojarasca y nos ayudarán a mantenerlo limpio.
Fuente: Ecoagricultor
Qué hacer si encontramos una lagartija en casa?
La respuesta es muy sencilla: no es necesario hacer nada, a menos que realmente sientas aversión por estos animales. Aunque en general son muy tímidos y asustadizos, por lo que se escabullirán ante el menor atisbo de la presencia humana o de animales domésticos.
Las lagartijas (al menos las que están apareciendo en nuestra ciudad) no sólo son inofensivas, sino que están incluidas entre los animales benéficos para el hombre, ya que se alimentan de insectos y nos ayudan a combatir las plagas domésticas.
Las personas que viven en países tropicales están acostumbradas a convivir con lagartijas. Para los porteños, en cambio, esto es algo novedoso. El comercio internacional ayuda a que vengan junto con la carga de mercaderías y el calentamiento global hace que nuestra ciudad se haya convertido en un lugar apto para que estos animalitos se instalen.
En muchos casos, no sobreviven al invierno, pues son animales de sangre fría y necesitan del calor del sol para desarrollarse.
La técnica del «insecto estéril»
La técnica del «insecto estéril» mantiene a México libre de la mosca de la fruta.
El ingeniero agrónomo José Pablo Liedo Fernández ha dedicado su vida a la erradicación de la mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata) y de la fruta, por lo cual en noviembre del año pasado fue galardonado con el Premio Nacional de Sanidad Vegetal 2014 que otorga la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
El investigador de la Unidad Tapachula del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) explicó que la Técnica del Insecto Estéril (TIE), consiste en producir grandes cantidades de insectos, hasta llegar al estado de pupa (capullo) y cuando están a punto de convertirse en adultos se exponen a radiación gama que les provoca esterilidad. Después se liberan en campo para su apareamiento con moscas silvestres; con ello se interrumpe el ciclo reproductivo y detiene el incremento de la población.
Esta técnica bien podría aplicarse a todo tipo de insectos plaga -incluso los domésticos-, con lo cual se reduciría sustancialmente el uso de venenos.
En cuanto a los cultivos, el principal problema del uso de agrotóxicos es que inevitablemente eliminan también insectos benéficos, fundamentales para la polinización de los cultivos.
Fuente: dicyt.com
Caléndula y Taco de Reina: aliadas en la huerta
Se conocen como “plantas trampa”, debido a que el color amarillo de sus flores resulta un atractivo para los pulgones. Por esta razón, cuando estos insectos aparecen en la huerta, son las primeras especies en afectarse.
No obstante, desde una mirada agroecológica, es posible aprovechar esta particularidad y hasta las mismas plantas para eliminar el foco inicial de los pulgones y limitar su acción. Así, una alternativa muy fácil y económica es el macerado de caléndula, un preparado que, además, sirve para alejar gusanos, pulgones, chinches y orugas cortadoras. Para hacerlo, deje macerar una taza de hojas y flores de caléndula en medio litro de agua durante un día. Luego, filtre la mezcla a través de un lienzo, dilúyala en 1,5 litros de agua con una cucharada de jabón blanco y pulverícela sobre las plantas.
Los pétalos y hojas de algunas especies de caléndula son comestibles y se utilizan para decorar ensaladas y otros platos.
Por su parte, el taco de reina ahuyenta las chinches de los zapallos y los pulgones y moscas blancas que atacan rosas, frutales y hortalizas. También oficia de “trampa” para captar pequeñas avispas predadoras e insectos minadores –característicos de los cítricos– y, por su tipo de crecimiento extensivo, se utiliza como cobertura de suelo.
Si a pesar de los cuidados los insectos han invadido tu huerta y se requiere una fumigación con productos tóxicos, es fundamental tener en cuenta que no se puede utilizar ningún alimento antes de que hayan transcurrido 30 días de aplicado el veneno. Este es el período mínimo necesario para que la planta procese y depure el veneno.
Fuente: INTA