«Guerra de bichos» en Animal Planet
Si te interesa la entomología, o simplemente si te gusta observar la naturaleza, te recomendamos este excelente programa documental.
A través de seis episodios y de comentarios de expertos como la Dr. Linda Rayor, y el Dr. Bryan Grieg Fry, podremos presenciar encuentros épicos entre enjambres de asesinos y enfrentamientos uno a uno donde sólo un insecto sobrevivirá. El mundo de los insectos es una selva, donde sólo hay una ley – comer o ser comido.
Animal Planet estrenó la segunda temporada la semana pasada.
No te lo pierdas, hoy a las 17. Como es habitual, se repite el miércoles 11 a las 11 y a las 17; y el jueves 12 a las 3, a las 17 y a las 21 horas.
Fuente: estereofonica.com
Las lagartijas colaboran con nosotros
A muchas personas les encantan las lagartijas. Las encuentran simpáticas y tiernas.
A otras, en cambio, les resultan desagradables o les causan temor.
La verdad es que las lagartijas -al menos las que encontramos en nuestra ciudad- no sólo son inofensivas, sino que son muy útiles: ellas se alimentan de pequeños insectos, como moscas, mosquitos, arañitas, etc. Es decir, son un depredador natural de algunas plagas domésticas.
El clima de nuestro país está cada vez más cálido, los veranos son más calientes y los inviernos, más benignos. Esto -sumado al comercio con países tropicales- hace que cada vez se vean más y más lagartijas. Para establecerse, suelen elegir lugares donde puedan ocultarse de los habitantes y el movimiento normal de la casa: grietas en las paredes, follaje en el jardín, escombros acumulados. Salen para alimentarse y calentarse al sol.
Si nos topamos con una lagartija, lo más probable es que huya, ya que son muy tímidas y asustadizas. No nos causará ningún daño, así que lo mejor es dejarlas tranquilas haciendo su labor.
Hallan un insecticida natural en las semillas de chirimoya
El perfume del alcanfor o del eucaliptus cautivan al olfato humano, pero espantan insectos. Las hojas y tallos de otras plantas tienen sabores amargo o picante que disuaden a los mamíferos que quieren masticarlas.
En la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) investigaron estas características repelentes de las plantas. Y hallaron que las semillas de chirimoya -una planta autóctona del norte argentino- “fabrican” una sustancia protectora. La planta se inmuniza así ante hongos y bacterias, además de espantar a las aves porque su sabor y olor les repugna. Un plaguicida natural que no daña el ecosistema.
Antes de que la industria haga un repelente en base a chirimoya, la científica Alicia Bardón – profesora titular de la UNT, quien es doctora en química, investigadora del CONICET y la primera rectora de la universidad- da un consejo: “La gente puede usar la semilla molida, haciendo un extracto con alcohol etílico y agregando agua. Con esa solución se puede pulverizar en la casa, el jardín o la huerta”.
Fuente: clarin.com
En Mendoza producen insectos estériles
En todo el mundo existe una tendencia a dejar de lado el uso de agroquímicos, para evitar la contaminación de los alimentos y la eliminación de insectos benéficos, ya que cuando se fumiga no sólo desaparecen las plagas, sino que el veneno alcanza también a abejas, mariposas y otros insectos que no se desea exterminar.
En la Provincia de Mendoza está funcionando la Bioplanta de Santa Rosa, una gigantesca fábrica productora de insectos donde cada una de sus salas imita las condiciones naturales de la mosca del Mediterráneo, con el propósito de que los insectos criados allí, cumplan con todo su ciclo biológico natural (huevo, larva, pupa o capullo, adulto).
En la planta se producen individuos estériles. Cuando alcanzan el estado adulto, se los suelta y éstos copulan con las hembras silvestres, pero no se produce descendencia, de modo tal que se extingue la población.
Si vas de vacaciones a Mendoza, podés aprovechar y hacer una visita guiada a la planta. El recorrido se realizará, normalmente los días sábados, cada 15 días, partiendo a las 10.00 desde la puerta del Ministerio de Turismo en Avenida San Martín 1143, los cupos son limitados y requiere inscripción previa. Para inscribirse comunicarse al 4299013/4299015/4258741 interno 239.
Fuente: www.iscamen.com.ar
La UBA y el SENASA desarrollan un plaguicida natural contra las langostas
Aunque en una primera instancia la langosta no es una plaga urbana, en definitiva termina afectando también a los habitantes de las ciudades. Esto es porque al atacar los cultivos, merma la producción y los costos suelen subir. Ergo, terminamos pagando más caro cualquier producto que haya sido afectado por una plaga de langostas.
Ahora la Facultad de Agronomía de la UBA y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria trabajan en conjunto para eliminar de forma sustentable y eficiente a las langostas, declaradas plaga en el país, mediante el uso de cepas nativas del hongo Metarhizium.
El hongo es un microorganismo entomopatógeno capaz de producir una patogénesis letal en la langosta. Estos hongos penetran la cutícula del insecto a través de un complejo enzimático. Una vez traspasada la cutícula invade la cavidad corporal del insecto. Esta parte es llevada con más facilidad que las anteriores fases debido al primitivo sistema inmunológico de los insectos el cual no reconoce en todos los casos partículas extrañas dentro de su cuerpo.
El desarrollo del hongo dentro del insecto empieza por el tejido muscular y adiposo y, luego, la hemolinfa, donde se multiplica, para luego difundirse por toda la cavidad corporal. El hongo puede producir la muerte del insecto o afectarlo de modo tal que deje de alimentarse.
Las ventajas de esta metodología son varia, pues se trabaja con productos naturales que ya forman parte del ecosistema, presentan baja toxicidad así como baja o nula patogenicidad sobre la fauna benéfica, no generan resistencia en las plagas, su aplicación es segura, no afectan al hombre ni a animales superiores y reducen costos en la producción una vez establecidos.
Fuente: notas.org.ar
Un arma biológica contra la chikungunya y el dengue
Científicos desarrollaron un insecticida biológico para combatir el mosquito transmisor de estas dos enfermedades. Se trata de un hongo acuático, un patógeno natural, llamado Leptolegnia chapmanii, hallado en charcos de agua de la localidad platense de Melchor Romero.
El novedoso desarrollo pertenece a investigadores del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE), un instituto dependiente de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y del Conicet.
Con este descubrimiento, el control biológico actuará sobre los mosquitos de las especies Aedes aegypti y Aedes albopictus, que transmiten el virus del dengue y la chikungunya. Estos mosquitos, por lo general, pican durante las horas del día. Los síntomas comienzan alrededor de 3 a 7 días después de la picadura de un mosquito infectado y los más comunes son fiebre y dolor intenso en las articulaciones, a menudo en las manos y los pies. Otras sintomatologías pueden incluir dolor de cabeza, dolor muscular, inflamación de las articulaciones o sarpullido. Si bien ambas enfermedades tienen un nivel bajo de mortalidad, son de rápida propagación y contagio.
Fuente: rosario3.com