Mosquitos: descubren cómo combatirlos con hongos
Los mosquitos son los representantes del reino animal que más muertes causan en todo el mundo.
En especial el Aedes aegypti es responsable por la transmisión del dengue, el zika y la fiebre chikungunya. Continue reading
Dengue: el INTA desarrolló un bioinsecticida
El dengue -así como el Zika y la Chikungunya, transmitidos por el mismo Aedes aegypti- es una enfermedad instalada en algunas zonas de nuestro país, como las Provincias de Misiones y Formos, debido tanto a las altas temperaturas como a la vegetación a…
Continue readingMosquitos buenos y mosquitos malos
Los mosquitos «buenos» son bienvenidos en Piracicaba, municipio del interior de Sao Paulo, donde los vecinos del barrio Cecap-Eldorado llevan un año conviviendo amablemente con estos insectos.
Se trata de Aedes aegypti genéticamente modificados para que sus larvas mueran antes de convertirse en ejemplares adultos. Todas las semanas se sueltan 800.000 mosquitos transgénicos en este barrio, donde hace dos años se registró el 80% de los casos de dengue del municipio.
Este mosquito también es responsable de la trasmisión de la chicungunya y el virus zika, que no son mortales como puede suceder con alguna variable del dengue, pero causan serios problemas de salud.
La chicungunya causa tal dolor en las articulaciones que obliga a que la persona afectada camine encorvada por varias semanas y hasta meses.
En el caso del virus zika, se está analizando si es responsable de nacimientos de bebés con microcefalia. Ante esta sospecha, las autoridades están repartiendo repelente entre las mujeres embarazadas.
El mosquito «bueno» fue creado por la firma inglesa Oxitec. Según informes de la empresa, en los últimos ocho meses las larvas de Aedes aegypti se redujeron un 82 % en el barrio donde fue empleado el insecto modificado genéticamente y el número de casos de dengue pasó de 133 a uno.
Será una batalla más en la guerra contra el Aedes aegypti, que como el propio ministro de Salud, Marcelo Castro, ha admitido, «Brasil está perdiendo».
«Desde hace 30 años el mosquito viene transmitiendo enfermedades a nuestra población y desde entonces nosotros las combatimos, pero estamos perdiendo la guerra contra el Aedes aegypti. Vivimos una verdadera epidemia», declaró el ministro.
Mientras tanto, en nuestro país se está trabajando con un larvicida desarrollado por el INTA y fabricado por el Laboratorio Laformed SA . La prueba piloto se está llevando a cabo en la Provincia de Formosa, donde el dengue ha presentado más casos.
Fuentes: el país.com.uy y agritotal.com
Vinchuca: la UNNOBA publica el análisis del genoma
Las vinchucas son insectos vectores de la Enfermedad de Chagas, aunque recientemente se han descubierto algunos casos contraídos a partir de la picadura de chinches.
Esta patología afecta unos 7 millones de personas, mayoritariamente en Latinoamérica. Son insectos nocturnos que se alimentan de sangre de animales y humanos. Están representados por más de 100 especies distribuidas desde América del Norte hasta la Patagonia. El genoma que se analizó para estos trabajos pertenece a la especie Rhodnius prolixus.
Investigadores de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA) han analizado el genoma de la vinchuca, que además no sólo importa como vector del Mal de Chagas, sino que es uno de los modelos más importantes para estudios básicos de la fisiología de los insectos.
El análisis genético abarca información acerca de la evolución y la biología molecular de la vinchuca, su alimentación y digestión y su respuesta inmune.
En los próximos meses se esperan nuevas publicaciones derivadas del amplio análisis de los datos genómicos. Con sus resultados, se espera avanzar en el conocimiento sobre la biología de este insecto vector y la transmisión del parásito causante de la enfermedad, Trypanosoma cruzi, que se trasmite a través de las heces del insecto.
Asimismo, se podrían desarrollar nuevos métodos de control del insecto.
Fuente: Junin24.com
Insectos comestibles: moda pasajera o solución?
Desde hace bastante tiempo la FAO y otras organizaciones vienen recomendando la ingesta de insectos como solución al hambre mundial.
En muchos países existen numerosos insectos comestibles y es habitual incluirlos en platos típicos. En otros, los insectos -convertidos en harinas- son incluidos en alimento para el ganado.
Cabe aclarar que no se come cualquier cosa. En general, se destinan a alimentación grillos, orugas, hormigas y escarabajos.
Según algunos especialistas, los insectos constituyen una importante fuente de proteínas.
Sin embargo, hay algunos aspectos que deberíamos analizar antes de aceptar o rechazar esta práctica:
- En países donde no es habitual considerar a los insectos comestibles, existe un rechazo generalizado. Sin embargo comer insectos podría equipararse a comer caracoles, lo que sí está aceptado.
- De aceptarse la ingesta de insectos, debería estar regulada y controlada como cualquier otro tipo de alimento. Es decir, es necesario legislar sobre las condiciones de cría, del procesamiento, del mantenimiento, etc.
- Existe el riesgo de alergias, pero esto también sucede con otras especies, como los crustáceos.
- Hay científicos que dudan sobre la calidad y cantidad de las proteínas que pudieran llegar a contener los insectos comestibles.
- En general no hay rechazo en que se utilicen los insectos para alimento del ganado.
- Convertidos en harina, ya se están utilizando para alimentar peces, que habitualmente comen insectos vivos o muertos.
Mientras tanto, sepamos que la cochinilla se utiliza como colorante. No hay rechazo por dos motivos: pasa desapercibida por estar molida y, fundamentalmente, porque no se sabe que está incluida en el alimento.
Suponemos que en occidente será más fácil consumir insectos comestibles si éstos están procesados y no se los distingue. Por ejemplo, si son molidos y mezclados con otros elementos.
Mientras que en la Unión Europea ya están analizando el tema en profundidad y seriamente, al menos por ahora en nuestros pagos el platillo de la foto resulta exótico pero poco aceptado. Sin embargo, de solucionarse los aspectos técnicos (regulación, legislación, etc.), con un buen marketing la producción de insectos comestibles podría transformarse en un negocio original.
Fuente: infobae.com
Abejas de exportación, un nuevo negocio
La población de abejas está descendiendo en todo el mundo, producto del uso de agroquímicos, enfermedades de las colmenas, el cultivo de plantas que no requieren polinización, el avance de las ciudades sobre el campo, etc.
Pero no todo está perdido. En Burzaco existe una fábrica de abejas. El negocio se lleva a cabo mediante la alianza Brometán-Biobest, que han logrado -luego de cinco años de investigaciones- la comercialización de estos insectos, incluyendo la exportación a Uruguay. También tienen planes de ofrecerlos a otros países de la región.
Las abejas se transportan en una caja semejante a la de zapatos, con doble piso, que contiene una reina madre y 100 obreras. El valor es de U$S 350.-, alrededor de $ 35 por individuo.
«Para un buen tratamiento se necesitan entre seis a diez colmenas por hectárea», explica el ingeniero Pablo Raimondo, gerente general de Brometán, quien añade: «Permiten, por ejemplo, que los tomates o arándanos sean más pesados y con una mayor calidad».
Una vez en la zona de acción, la naturaleza misma se encargará de que algunas abejas se vayan desprendiendo de la original y formando nuevas colmenas.
Fuente: lanacion.com.ar
Moscas modificadas, un producto de exportación
Los investigadores están permanentemente detrás de mejorar los métodos de control de plagas que cuiden el medio ambiente.
En ese sentido, la bioplanta del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de la Provincia de Mendoza (ISCAMEN) produce unos 200 millones de moscas por semana, irradiadas con energía atómica, que se utilizan para controlar la mosca de la fruta en el territorio mendocino y patagónico.
Estas moscas son machos esterilizados mediante la radiación que se arrojan desde aviones. Al copular con las hembras no generan descendencia, con lo cual se produce un autocontrol de la plaga.
Nuestro país no sólo es el único en la región en aplicar esta técnica, sino que además exporta individuos esterilizados a Brasil y España.
El principal beneficio de esta técnica es la prescindencia de agroquímicos.
El doctor Eduardo Botto investiga hace 45 años el asunto en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y resalta lo importante que es para la salud del consumidor y la integridad del medio ambiente. Sin embargo, su uso todavía no es masivo y existe una brecha con respecto a su aplicación.
«Falla la transferencia del laboratorio a la sociedad», sentencia Guillermo Cabrera Walsh, doctor en Biología y director de la Fundación para el Estudio de Especies Invasivas (Fuedei). Por ese motivo, muchas veces es el mismo Estado el que directamente provee estas soluciones a los productores.
Si bien el método se aplica para controlar plagas del agro, ya hay experiencias en otros países para regular la población de mosquitos. Con el tiempo, seguramente se aplicará a otras plagas domésticas y de jardín.
Fuente: lanacion.com.ar
Mosquitos: se busca evitar las picaduras
Todos sabemos que los mosquitos son peligrosos y muy molestos. Hasta ahora, las picaduras sólo pueden evitarse mediante la aplicación de repelentes tóxicos, el uso de barreras físicas (mosquiteros y ropa que cubra la piel) y la eliminación de los criaderos (fundamentalmente, agua estancada).
El problema de los repelentes comunes es que en muchos casos no pueden ser utilizados (fundamentalmente, embarazadas y menores de dos años) pues pueden resultar tóxicos y causar daños neurológicos. Los repelentes aptos para todos, a base de citronella, son ecológicos e inocuos para las personas, pero de baja efectividad; su aplicación debe ser reiterada al menos cada dos horas.
Buscando una solución a este problema, investigadores de la Universidad de Texas están trabajando en un proyecto que serviría para evitar picaduras de mosquitos, modificando las bacterias que hay en la piel para que esta sea menos atractiva para los insectos.
Los integrantes de este proyecto explican que la piel alberga miles de millones de bacterias que se alimentan de las células mueren en el cuerpo, siendo éstas atractivas para los mosquitos y causar picaduras en humanos. Asimismo señalan que para repeler a los mosquitos esta sustancia se basa en la modificación de los mensajes químicos enviados entre los microorganismos para así evitar que estos insectos se sientan atraídos por la piel, mediante una aplicación de una inyección o una crema de aplicación cutánea.
Si este proyecto prosperara se podría evitar picaduras de mosquitos y las enfermedades que trasmiten, tales como la malariel, el dengue y la chikungunya, entre otras.
Fuente: quadratin.com.mx
Moscas y escarabajos ayudan a los forenses
Moscas y escarabajos son herramientas de vital importancia para los especialistas en criminalística dedicados a la resolución de causas.
Cuando un organismo muere, los insectos son los primeros que concurren e informan sobre el acontecimiento. Se trata de unos bichos voladores que cumplen un rol fundamental para las actividades de criminalistas y profesionales del derecho penal especializados en maltratos corporales, muertes dudosas y demás vejaciones.
En general, cuando el corazón de cualquier ser vivo deja de palpitar –al menos ello sucede con aquellos que tienen corazón– se inician procesos fisiológicos de descomposición que son anunciados por la emanación de fuertes olores, producto de la degradación de glúcidos, lípidos y proteínas. En este sentido, mucho antes de que el olfato humano pueda percibir el grado de putrefacción alcanzada, los insectos aledaños se acercan al cadáver y permiten a los científicos la extracción de datos con sorpresiva precisión.
Al modificarse el estado del cuerpo, varían los animales que lo colonizan. Las moscas suelen arribar primero, por eso, son los indicadores forenses más utilizados. Las larvas de mosca consumen tejidos frescos como las vísceras y la carne; los escarabajos, en general, se alimentan de las moscas y de sus huevos; y, por último, existen otras especies de escarabajos que predominan durante la última etapa de descomposición y se alimentan de piel seca, cabellos y uñas.
Así, la entomología se pone al servicio de la justicia.
Fuente: pagina12.com
Vinchucas: aporte de investigadores argentinos
Transmisoras del temible Mal de Chagas, las vinchucas son una plaga combatida con insistencia en amplias regiones de nuestro país. Sin embargo, las campañas de profilaxis con uso de químicos venían topándose con una creciente e inexplicable resistencia de los insectos; ahora, un grupo de científicos platenses identificó el mecanismo que origina esa tolerancia a los tóxicos.
Dirigidos por Sheila Ons, investigadora adjunta del CONICET en el Centro Regional de Estudios Genómicos (CREG) de la Universidad Nacional, los profesionales identificaron sendas mutaciones por las que grupos de vinchucas chaqueñas y salteñas resisten abrumadoras dosis de piretroides, los insecticidas más utilizados para combatir plagas que afectan cultivos o la salud humana y animal.
“Estos compuestos actúan inhibiendo procesos biológicos a nivel molecular” explican los expertos: “pero con el tiempo, muchas veces las especies a las que deben atacar desarrollan mecanismos de resistencia que les permiten sortear el efecto del veneno y seguir con vida”. En base a esto, el equipo diseñó y patentó a través del CONICET y la UNLP dos tests que permiten detectar con facilidad estas mutaciones.
Muchos insectos desarrollan resistencia a los venenos con los que se los combate, por eso es necesario estar atentos y realizar cambios y rotaciones en los productos que se utilizan, de modo tal de afrontar la batalla con las mejores herramientas para cada momento. Por eso es que siempre decimos que las plagas deben ser combatidas por expertos.
Fuente: eldia.com