Hormigas: podrían controlar otras plagas?
Hay quien sostiene que las hormigas pueden combatir las plagas de otros insectos en campos de cultivo de forma más efectiva que los insecticidas químicos. Existen ejemplos desde hace centenares de años pero el caso más conocido y utilizado en la actualidad es el de los agricultores de Australia y Tailandia que hacen servir a las hormigas tejedoras (de nombre científico Oecophylla smaragdina) para proteger sus campos de mangos y anacardos.
En nuestro país quienes se dedican al cultivo de vegetales en huertas orgánicas sostienen que no hay que utilizar agrotóxicos para combatir las plagas. Sugieren utilizar preparados naturales (alcohol de ajo, jabón blanco deshecho en agua, etc.), plantas que repelen a los insectos por su olor, plantas que atraen insectos (y de ese modo, resguardan a las cultivadas), etc.
Otro de los métodos naturales de los amantes de la huerta orgánica son las hormigas coloradas. Como estas hormigas son carnívoras, quienes las utilizan recomiendan colocar un insecto muerto en la huerta: el olor del cadáver las atraerá y no sólo se alimentarán de éste -en la foto superior vemos cómo dan cuenta de una mariposa-, sino que también detectarán otros insectos que pudieran atacar nuestras plantas, tales como pulgones, hormigas podadoras, hormigas carpinteras, orugas, etc.
Nosotros afirmamos que si estos métodos naturales no funcionaran -la verdad es que su eficacia es relativa- y se fumiga la huerta, se deberán dejar pasar al menos 30 días antes de consumir los productos. Este es el tiempo necesario para que la planta metabolice el veneno y lo elimine de su organismo.
Fuente: lavanguardia.com
Abejas: cómo actuar ante su presencia
La mayoría de los insectos -incluso las abejas- no nos picará si no los molestamos. Pero puede suceder que los perturbemos involuntariamente.
Durante los meses de julio, agosto y setiembre es cuando las abejas están más activas. Si alguna nos pica, libera un compuesto químico que atraerá a otros individuos, por lo que lo mejor es evitar la picadura.
Cómo evitar las picaduras de abejas:
- Vestir ropas de colores claros, que cubran brazos y piernas.
- Evitar el uso de desodorantes y jabones muy perfumados cuando estemos al aire libre.
- Evitar la zona donde abunden las flores.
- Mantener la higiene personal, ya que el olor a transpiración atrae a los insectos.
- Si un insecto revolotea a nuestro alrededor, no tratar de espantarlo, ya que se asustará y es más probable que nos pique. Hay que mantener la calma y esperar a que se retire.
Qué hacer si nos pica una abeja:
- Algunas personas saben que son alérgicas, por lo que deberán concurrir al médico a la brevedad.
- Observar que no se produzca una reacción alérgica, como enrojecimiento o dificultad para respirar.
- Lavar la zona de la picadura con agua y jabón.
- Extraer el aguijón raspando con la uña. No utilizar una pinza, porque el veneno penetraría más.
- Aplicar hielo para evitar la hinchazón de la zona.
Fuente: rosario3.com
Insecticidas para atacar plagas específicas
Generalmente, cuando se aplica un insecticida disminuye la plaga molesta y también otros insectos que no eran el objeto de la fumigación. En los hogares, esto no suele ser un problema, ya que cualquier insecto -aunque no constituya una plaga- es indeseado.
El problema surge con el control de plagas en los cultivos, pues que la aplicación de venenos también ataca otros insectos que no nos interesa eliminar, como mariposas, abejas y mariquitas, que están catalogados como «insectos benéficos» por ser fundamentales para la polinización.
Aunque la tecnología todavía aún es incipiente, un estudio de la Universidad de Cornell [EE.UU.] publicado en Pest Management Science describe cómo el insecticida a base de ARN [ácido ribonucleico] puede ser eficaz durante al menos 28 días al pulverizarse en una hoja, un hallazgo que disipa las preocupaciones anteriores de que el material genético se degradaría rápidamente por la lluvia y la luz solar, señala Cornell Chronicle.
Los genetistas han utilizado la técnica para silenciar genes específicos, examinar qué funciones se pierden y, por tanto, aprender el propósito de ese gen. La idea para la protección de cultivos nació de esta tecnología.
Por otro lado, los investigadores quisieron saber si el ARN se movía alrededor de la planta. Así, y tras una serie de experimentos, encontraron que cuando se corta una hoja y el tallo se pone en una solución con ARN insecticida, se detectó un cierto grado de mortalidad en los escarabajos de la patata que comieron, pero no fue tan alto. Además, encontraron al ser tratada una sola hoja con ARN, este no se transfirió internamente a otras hojas.
Pese a estos importantes hallazgos, Scott fue enfático al señalar que antes que un insecticida así esté listo para el mercado, es necesario más trabajo.
Por el momento, el costo de la investigación es muy superior al de aplicar venenos convencionales. Sin embargo, si se avanza en el desarrollo de este tipo de sustancias, en algún momento esto se equilibrará.
Fuente: infocampo.com.ar
Las plantas distinguen a los insectos que las atacan
Es habitual que veamos los estragos que los diferentes insectos hacen en el jardín y la huerta. Muchos tienen un tamaño suficiente como para verlos actuar a simple vista.
Así, vemos cómo los pulgones se adhieren a las hojas y las van secando, o cómo simplemente se suben a uno de los frutos y no le permiten desarrollarse. También es habitual que las orugas destruyan los frutos o se coman las hojas de los cultivos.
Pero los científicos han ido más lejos y en su investigación han descubierto que las plantas distinguen cuál es el insecto que las está atacando. Inmediatamente producen un cambio genético que repele al insecto y hace que éste se dirija a otra parte.
«Hay 28.000 genes en una planta, y detectamos 2.778 genes respondiendo a una picadura, dependiendo del tipo de insecto», explica Jack Schultz, director del Centro Christopher S. Bond de Ciencias de la Vida, y co-autor del estudio, en la información de la Universidad de Misouri (EEUU).
Un estudio tan grande como este tiene el potencial de abrir un mundo de preguntas que piden respuestas. «Entre los genes que cambiaban cuando los insectos picaban a las plantas están los que regulan procesos como el crecimiento de las raíces, el uso del agua y otros procesos ecológicamente importantes que las plantas supervisan y controlan con cuidado», explica Schultz. «Las preguntas sobre el coste que produce a la planta que el insecto siga comiendo serían un estudio de seguimiento interesante para que los estudiantes de doctorado exploraran interacciones genéticas más profundas.»
Si la planta no puede defenderse por sí misma, o si el control biológico no funciona a tiempo y debemos fumigarla, habrá que tener en cuenta que se deben dejar pasar al menos 30 días antes de cosechar los frutos. Es el tiempo que necesita la planta para depurar el tóxico que haya recibido.
Fuente: larazon.es
Plagas en la huerta
Si queremos que nuestra huerta sea orgánica, debemos evitar aplicar venenos y tóxicos para controlar las plagas. Es muy fácil hacer un control biológico de plagas, mediante la siembra de plantas que las ahuyenten o las confundan.
Veamos cuáles son algunas de estas plantas:
1. Anís, coriandro y perejil
Sus flores son un hábitat propicio para albergar insectos benéficos como vaquitas y avispas. Estos tienen un rol valioso en la huerta, en tanto se alimentan de otros insectos que sí perjudican el desarrollo de las plantas.
Estas especies pueden sembrarse durante todo el año en la proximidad de los cercos, entre las hortalizas y también se adaptan al cultivo en macetas, una cualidad que permite ubicarlas en terrazas, balcones y pequeños canteros.
El anís o anís verde se conoce popularmente como coriandro, esta especie recibe muchos nombres: perejil chino, perejil árabe, cilantro, coendro, cuantrillo, xendro, entre otros.
2. Menta
Asociada con las coles (brócoli, coliflor, repollo, etc.), la menta aleja una diversidad de pulgones (verdes, negros y cenicientos) que atacan estas plantas. Si se distribuye en los alrededores de la huerta, resulta un repelente ideal para ratones, hormigas, moscas y polillas.
3. Ruda
La ruda es un arbusto de baja altura que se adapta a los suelos secos y pobres en nutrientes y requiere mucha exposición al sol. Se considera una de las especies más repelentes en el manejo agroecológico de las plagas, debido a que su olor y su color provocan una permanente confusión en los insectos y eso les impide invadir los cultivos. Facilita el control de piojos, pulgones, ácaros y babosas y ahuyenta moscas blancas y gatos.
4. Salvia
Esta especie posee propiedades insecticidas y fungicidas. Es buen repelente para las moscas minadoras que dañan los repollos y las zanahorias y, además, atrae las chinches del poroto y evita su ataque al cultivo.
La salvia puede utilizarse en infusiones para controlar el mildiu de la papa, una enfermedad fúngica característica también de los tomates, y como condimento de carnes. Por su follaje verde grisáceo combinado con flores violetas, esta planta se destaca por su valor ornamental y resulta muy decorativa en huertas y jardines.
Sapos con malformaciones en Fernando de Noronha
Fernando de Noronha es una isla ubicada en el nordeste brasileño. Fue declarada Parque Nacional Marino y un lugar considerado como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Como tal, el espacio está protegido y no se puede acceder sin un permiso específico, además de pagar una tasa diaria.
A pesar de todas las precauciones y cuidados, la isla no está libre de problemas para las especies que la habitan.
Recientemente ha aparecido una cantidad muy importante de sapos cururú con deformidades. Los anfibios invadieron la isla hace varias décadas y ahora casi la mitad tienen malformaciones en las extremidades, los ojos y la boca. Algunos no tienen patas, a otros les faltan o le sobran dedos o los tienen deformes. Hay individuos que presentan anomalías en las mandíbulas y narices.
Esas malformaciones han cambiado el modo en que se comportan. En condiciones normales, la mayoría de los sapos usan pistas visuales para encontrar, cazar o atrapar su presa. «A diferencia de los sapos normales, los que son ciegos literalmente esperan que los insectos caminen sobre ellos antes de comérselos», dice Luis Felipe Toledo, un biólogo especializado en anfibios de la Universidad Estatal de Campinas en São Paulo.
Debido a que los sapos ciegos simplemente comen lo que les pasa al lado, ya no están seleccionando sus presas, agrega. «Eso causa distintas condiciones en el organismo».
A pesar de estas deformidades, los cururú continúan proliferando en la isla. Una razón es que se trata de una especie introducida y no tiene depredadores naturales o competidores locales.
Nadie sabe con certeza cuándo llegaron los sapos allí. «Según una historia, hace cerca de 100 años un sacerdote se llevó algunos sapos de la parte continental de Brasil a la isla para mantener bajo control a los insectos en sus cultivos», dice Toledo.
Los científicos han encontrado alteraciones endocrinas, función inmune suprimida y también alteraciones en la reproducción, y no sólo en anfibios. Esto significa que otras especies podrían estar en riesgo.
Los sapos -junto con las lagartijas- son excelentes predadores de insectos y el mejor amigo que podemos encontrar para la huerta o el jardín.
Fuente: La Nación
Garrapatas: son más peligrosas de lo que parecen
En primer lugar debemos aclarar que las garrapatas no son insectos, sino arácnidos. Los insectos se distinguen por tener tres pares de patas, dos pares de alas y un par de antenas, mientras que los arácnidos también son artrópodos pero no tienen antenas y tienen cuatro pares de patas y ojos múltiples.
De todos modos, a los efectos que nos ocupan, lo que importa no es a qué especie pertenecen, sino que pueden ser muy peligrosas, pues producen la llamada «fiebre manchada» al trasmitir la bacteria Rickettsia Rickettsii, que tiene altas tasas de morbilidad y mortalidad.
Si bien suelen parasitar en perros, también pueden atacar otros animales (domésticos, de granja o salvajes) e, incluso a las personas.
Como toda plaga, no se podemos hablar de exterminarla, pero sí se puede mantener controlada tomando algunas medidas:
- Evitar los lugares con malezas y pastos altos, donde suelen esconderse.
- Mantener los animales domésticos -especialmente perros- limpios y desparasitados.
- No conservar elementos en desuso, que podrían servir de encondite a toda clase de plagas (no sólo garrapatas, sino también roedores, arañas, etc.).
Si notás que tu perro se infecta con garrapatas recurrentemente, aunque los lleves al veterinario, lo bañes seguido y le cepilles el pelo, puede ser que esté frecuentando un lugar con demasiados de estos parásitos y se re-infeste.
Si tenés jardín, mantené el césped bien cortado y desmalezado. Si ves que allí hay garrapatas, llamanos y podremos fumigarlo con productos específicos.
Fuente: milenio.com
Caracoles: el terror de huertas y jardines!
Los caracoles son animales gasterópodos provistos de una concha que protege su cuerpo. En estaciones secas suelen hibernar, pero luego de una lluvia o cuando hay mucha humedad, los vemos proliferar en nuestro jardín.
Como herbívoros, los caracoles comen plantas, frutas, verduras, algas e incluso plantas en descomposición, que pueden convertirse en un manjar para muchos. En casos de necesidad, llegarán a comer tierra e incluso pueden mostrar comportamientos carroñeros.
- Si son lo bastante grandes, podemos retirarlos a mano.
- Si espolvoreamos cáscara de huevo molida alrededor de las plantas, no se podrán acercar.
- Si colocamos un trapo embebido en leche o en cerveza, se sentirán atraídos por el olor de estos elementos y dejarán nuestras plantas en paz. Bastará con renovar el trapo para eliminarlos. Otra opción del mismo tenor es colocar una latita vacía de atún llena de cerveza o de leche, para atraerlos.
De todos modos, si no vemos que nuestras plantas aparecen algo comidas pero hay pocos caracoles, éstos se comerán la hojarasca y nos ayudarán a mantenerlo limpio.
Fuente: Ecoagricultor
Científicos estudian los movimientos de las hormigas
Cuando las hormigas exploran el territorio en busca de alimento acaban eligiendo unas rutas colectivas que se ajustan a distribuciones estadísticas y de probabilidad. Así lo ha demostrado un equipo de matemáticos tras analizar las trayectorias de una especie de hormiga argentina. Estudios como este se podrían aplicar para coordinar el movimiento de microrobots en, por ejemplo, tareas de limpieza de áreas contaminadas.
Los científicos todavía no han descubierto los mecanismos que explican cómo las bandadas de pájaros, los bancos de peces, las hileras de hormigas u otros sistemas naturales complejos se autoorganizan tan bien en sus movimientos colectivos. Pero ya se registran los primeros avances. Según publica el servicio de noticias científicas Sinc, las primeras conclusiones llegan de estudios que se han centrado en la hormiga argentina (‘Linepithema humile’), que se ha convertido en una especie invasora en muchos países, como España, pero es nativa del noreste de nuestro país y regiones limítrofes.
Los científicos ya habían comprobado en trabajos anteriores que la ‘persistencia’ de las hormigas, es decir, su tendencia a no cambiar el sentido de su marcha cuando no existen obstáculos o efectos externos, junto al refuerzo que se produce en las zonas ya visitadas por el rastro de feromonas que van dejando, son dos factores que determinan las trayectorias de estos insectos durante el forrajeo.
Fuente: El Periódico
Para salvar a los jacarandás
Se está intentando salvar a los jacarandás -en la Ciudad de Buenos Aires hay unos 15.000 afectados- de la plaga que los ha atacado por primera vez: la «chinche de encaje», que es habitual en la mesopotamia.
En este momento se están tratando 156 ejemplares a los que se les ha inyectado veneno mediante un globo y una cánula que lo va liberando.
Según explicaron desde el área de Espacios Verdes y Arbolado que depende del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, el dispositivo de látex contiene un insecticida denominado imidacloprid. “Se trata de un insecticida sistémico que alcanza a todo el árbol. Actúa entre las primeras 24 y 48 horas, pero los inyectores se dejan unos días más para identificar a los árboles tratados y realizar el seguimiento”, explican.
Dentro del globo, el líquido está a baja presión, y a medida que va penetrando al interior del tronco a través de una cánula, se desinflan. La cantidad de inyectores varía de acuerdo al tamaño de cada ejemplar.
Fuente: clarín.com