Dengue: eliminando el mosquito, no hay epidemia
El Dengue ha vuelto a surgir en muchas provincias del territorio nacional; también se han presentado casos ocasionales de Zika y Chikungunya. Todas estas enfermedades son trasmitidas por el mismo vector: el mosquito Aedes aegypti.
Lo importante para evitar este tipo de enfermedades es el manejo integral de la plaga y el aporte de la población en cuanto a las medidas que puede tomar. El punto de partida es conocer al trasmisor.
Se trata de un mosquito huidizo, de hábitos diurnos, que reposa habitualmente sobre superficies oscuras. Prefiere las superficies verticales como paredes, muebles, objetos colgantes como toallas, cortinas, pero también se los puede encontrar bajo las camas y en el cielo raso de las habitaciones.
La hembra succiona sangre preferentemente durante las últimas horas del atardecer y las primeras del amanecer. Es atraída hacia recipientes oscuros o sombreados con paredes duras y lisas, prefiere aguas relativamente limpias con poco contenido de material orgánico. Sin embargo, a la hora de colocar sus huevos, utilizará cualquier recipiente que tenga disponible, independientemente del estado de contaminación del agua.
La duración del ciclo completo depende de las condiciones ambientales, pero en condiciones óptimas puede variar entre 7 y 14 días aproximadamente.
La transmisión del virus del dengue es netamente vectorial. No existe contagio de persona a persona (salvo en el caso de la madre al recién nacido). La hembra del Aedes aegypti adquiere el virus al alimentarse con sangre de una persona infectada; el virus del dengue se replica en el intestino del mosquito y migra hacia sus glándulas salivales, donde queda disponible para infectar a otra persona mediante la picadura.
¿Qué acciones podemos llevar a cabo para evitar el dengue?
- La aplicación de insecticidas es el método más efectivo para evitar la propagación del dengue, en manos de profesionales y dentro de un marco de acción sustentable.
- El descacharrado o eliminación de los sitios de cría son indispensables para un resultado satisfactorio. Cuando esto no es posible (por ejemplo, sobre lagunas), se debe recurrir al uso de larvicidas.
- Mantener el pasto bien cortado y controlar los pastizales, ya que los mosquitos se alimentan de savia vegetal.
- Utilizar repelentes adecuados (repitiendo la aplicación cada dos horas), ropas que cubran la piel (especialmente en las horas de más actividad).
- El olor a transpiración atrae los mosquitos. Es conveniente ducharse para eliminarlo y así evitar picaduras.
- Proteger la vivienda con mosquiteros en puertas y ventanas.
- En el interior, utilizar espirales y aerosoles de venta libre para ahuyentar los mosquitos.
Fuente: Chemotecnica Salud Ambiental