Moscas modificadas, un producto de exportación
Los investigadores están permanentemente detrás de mejorar los métodos de control de plagas que cuiden el medio ambiente.
En ese sentido, la bioplanta del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de la Provincia de Mendoza (ISCAMEN) produce unos 200 millones de moscas por semana, irradiadas con energía atómica, que se utilizan para controlar la mosca de la fruta en el territorio mendocino y patagónico.
Estas moscas son machos esterilizados mediante la radiación que se arrojan desde aviones. Al copular con las hembras no generan descendencia, con lo cual se produce un autocontrol de la plaga.
Nuestro país no sólo es el único en la región en aplicar esta técnica, sino que además exporta individuos esterilizados a Brasil y España.
El principal beneficio de esta técnica es la prescindencia de agroquímicos.
El doctor Eduardo Botto investiga hace 45 años el asunto en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y resalta lo importante que es para la salud del consumidor y la integridad del medio ambiente. Sin embargo, su uso todavía no es masivo y existe una brecha con respecto a su aplicación.
«Falla la transferencia del laboratorio a la sociedad», sentencia Guillermo Cabrera Walsh, doctor en Biología y director de la Fundación para el Estudio de Especies Invasivas (Fuedei). Por ese motivo, muchas veces es el mismo Estado el que directamente provee estas soluciones a los productores.
Si bien el método se aplica para controlar plagas del agro, ya hay experiencias en otros países para regular la población de mosquitos. Con el tiempo, seguramente se aplicará a otras plagas domésticas y de jardín.
Fuente: lanacion.com.ar
Etiquetas: moscas