Moscas y escarabajos ayudan a los forenses
Moscas y escarabajos son herramientas de vital importancia para los especialistas en criminalística dedicados a la resolución de causas.
Cuando un organismo muere, los insectos son los primeros que concurren e informan sobre el acontecimiento. Se trata de unos bichos voladores que cumplen un rol fundamental para las actividades de criminalistas y profesionales del derecho penal especializados en maltratos corporales, muertes dudosas y demás vejaciones.
En general, cuando el corazón de cualquier ser vivo deja de palpitar –al menos ello sucede con aquellos que tienen corazón– se inician procesos fisiológicos de descomposición que son anunciados por la emanación de fuertes olores, producto de la degradación de glúcidos, lípidos y proteínas. En este sentido, mucho antes de que el olfato humano pueda percibir el grado de putrefacción alcanzada, los insectos aledaños se acercan al cadáver y permiten a los científicos la extracción de datos con sorpresiva precisión.
Al modificarse el estado del cuerpo, varían los animales que lo colonizan. Las moscas suelen arribar primero, por eso, son los indicadores forenses más utilizados. Las larvas de mosca consumen tejidos frescos como las vísceras y la carne; los escarabajos, en general, se alimentan de las moscas y de sus huevos; y, por último, existen otras especies de escarabajos que predominan durante la última etapa de descomposición y se alimentan de piel seca, cabellos y uñas.
Así, la entomología se pone al servicio de la justicia.
Fuente: pagina12.com
Etiquetas: Escarabajos, moscas