Hormigas al ataque: cómo duele!
Las hormigas coloradas son carnívoras, aunque eso no quiere decir que seamos su plato favorito. Más bien, se dedican a comer todos los cadáveres de insectos que se encuentren a su paso, aunque si están vivos, no les hacen asco. Como tienen muy buen olfato, colocar un insecto muerto (o un trocito de carne) en la huerta o en el jardín nos servirá para atraerlas y eliminar alguna plaga molesta. Así, resultan ser un excelente controlador de plagas ecológico.
Estas hormigas también sienten atracción por restos de comida y, especialmente, por alimentos dulces.
De todos modos, aunque no seamos el principal objetivo de las hormigas coloradas, pueden llegar a picarnos si nos metemos en su camino (por ejemplo, pateando el hormiguero). En ese caso, las picaduras de las hormigas coloradas suelen ser bastante dolorosas y molestas, porque inyectan un veneno que provoca inflamación, ardor y picazón. Por lo general se ven como un granito o una ampolla con una zona enrojecida a su alrededor.
A pesar de que la picadura es dolorosa, el dolor suele pasar rápidamente y sólo persiste la comezón. Por otro lado se recomienda no apretar la ampolla que se forma para evitar que la infección que provoca la picadura se agrande. Es importante lavar la zona con agua y jabón (para evitar infecciones) y se puede colocar una compresa fría para aliviar la inflamación. Hay que estar atento a síntomas alérgicos, en cuyo caso, habrá que acudir al médico.
En el jardín podemos encontrar hormigas podadoras; éstas son de color negro y no tienen ningún interés en mordernos, aunque pueden hacerlo si las molestamos. Se especializan en cortar la vegetación y trasladarla al hormiguero; no se alimentan de estas hojas, sino que las utilizan para criar un hongo que resulta ser su verdadero alimento.
Por último, entre las hormigas más comunes de nuestra ciudad encontramos las hormigas carpinteras, esas de aspecto más grande y con el vientre color verde claro, cubierto de vello. Tampoco nos eligen como víctimas, sino que se dedican a recorrer las plantas y limpiarla de pulgones y otras plagas. En ese sentido, son insectos benéficos, aunque pueden resultar peligrosas no por su picadura sino por su acción, pues suelen hacer túneles en los troncos de los árboles (y provocan la muerte del ejemplar) o en las vigas de madera que sostienen las paredes, debilitando la estructura y posibilitando el derrumbe (tal como ocurre con las termitas).
Fuente: Mariel Reimann, para familias.com
Etiquetas: Hormigas, picaduras de insectos