Sapos con malformaciones en Fernando de Noronha
Fernando de Noronha es una isla ubicada en el nordeste brasileño. Fue declarada Parque Nacional Marino y un lugar considerado como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Como tal, el espacio está protegido y no se puede acceder sin un permiso específico, además de pagar una tasa diaria.
A pesar de todas las precauciones y cuidados, la isla no está libre de problemas para las especies que la habitan.
Recientemente ha aparecido una cantidad muy importante de sapos cururú con deformidades. Los anfibios invadieron la isla hace varias décadas y ahora casi la mitad tienen malformaciones en las extremidades, los ojos y la boca. Algunos no tienen patas, a otros les faltan o le sobran dedos o los tienen deformes. Hay individuos que presentan anomalías en las mandíbulas y narices.
Esas malformaciones han cambiado el modo en que se comportan. En condiciones normales, la mayoría de los sapos usan pistas visuales para encontrar, cazar o atrapar su presa. «A diferencia de los sapos normales, los que son ciegos literalmente esperan que los insectos caminen sobre ellos antes de comérselos», dice Luis Felipe Toledo, un biólogo especializado en anfibios de la Universidad Estatal de Campinas en São Paulo.
Debido a que los sapos ciegos simplemente comen lo que les pasa al lado, ya no están seleccionando sus presas, agrega. «Eso causa distintas condiciones en el organismo».
A pesar de estas deformidades, los cururú continúan proliferando en la isla. Una razón es que se trata de una especie introducida y no tiene depredadores naturales o competidores locales.
Nadie sabe con certeza cuándo llegaron los sapos allí. «Según una historia, hace cerca de 100 años un sacerdote se llevó algunos sapos de la parte continental de Brasil a la isla para mantener bajo control a los insectos en sus cultivos», dice Toledo.
Los científicos han encontrado alteraciones endocrinas, función inmune suprimida y también alteraciones en la reproducción, y no sólo en anfibios. Esto significa que otras especies podrían estar en riesgo.
Los sapos -junto con las lagartijas- son excelentes predadores de insectos y el mejor amigo que podemos encontrar para la huerta o el jardín.
Fuente: La Nación
Etiquetas: Ranas, Sapos