¿Cuántos insectos comemos sin darnos cuenta?
En muchas culturas es común comer insectos y se los prepara de diversas maneras. Incluso hay restaurantes especializados.
Si bien el año pasado la ONU declaró que la cría e ingesta de insectos podría acabar con el hambre mundial, no todas las personas están (estamos) dispuestas a adoptar este tipo de dieta, por más que nos digan que contienen muchas proteínas.
Sin embargo, involuntariamente es muy probable que estemos comiendo insectos, ya que no hay modo cierto de controlar qué sucede con los alimentos elaborados y procesados por terceros.
Según la nota publicada en Uniradionoticias.com , anualmente cada persona puede estar comiendo de medio a un kilo de insectos.
Los insectos como fuente de proteínas
Cada vez son más las voces -la ONU, entre otros- que sugieren que la cría de insectos para alimentación de seres humanos o del ganado puede ser una solución al problema del hambre mundial.
Está comprobado que los insectos pueden ser una fuente alternativa de proteínas, pero quién está dispuesto a comerlos?
En algunos países asiáticos, esto es algo común, pero en occidente aún nos cuesta hacernos a la idea. En Inglaterra, por ejemplo, se llevó a cabo una encuesta y los resultados marcan que el 35% estaría dispuesto a probarlos.
Si querés ver la nota completa, accedé a la fuente: Gastronomía y compañía.com
Apertura de un Insecpoint en Lelystad, Holanda
El Instituto Insecpoint que se abrió en Lelystad, Holanda, busca investigar en la cría de insectos para consumo humano y de animales.
Si bien no todos los insectos se consideran comestibles, los defensores de esta práctica insisten en el alto contenido proteico de estos animales. Incluso la ONU recomienda la ingesta de insectos para acabar con el hambre mundial.
Entre la lista de insectos comestibles encontramos hormigas, abejas, orugas, grillos y saltamontes.
Si te interesa leer la nota completa, consultá la fuente: Tigo SMS
¿Comer insectos contribuyó al desarrollo del cerebro humano
Desde hace tiempo se reconocen las dificultades asociadas a encontrar comida como algo importante en el proceso de modelar la evolución del cerebro y la cognición en primates, incluyendo humanos. La necesidad de subsistir, durante largas temporadas, de una dieta rica en hormigas, otros insectos y animales diminutos podría haber espoleado el desarrollo de cerebros más grandes y funciones cognitivas de más alto nivel en los ancestros de los humanos actuales y de otros primates.
Esta es la conclusión a la que ha llegado en una investigación el equipo de la antropóloga Amanda D. Melin de la Universidad Washington en San Luis de Misuri, Estados Unidos, así como la bióloga Hilary C. Young y las antropólogas Krisztina N. Mosdossy y Linda M. Fedigan, las tres últimas de la Universidad de Calgary, en Canadá.
Basándose en un estudio de cinco años sobre monos capuchinos en Costa Rica, la investigación apoya la teoría evolutiva que enlaza el desarrollo de las habilidades sensoriomotoras, tales como una destreza manual notable, el uso de herramientas, y la adopción de soluciones innovadoras para problemas, a los retos creativos inherentes a localizar insectos y otras fuentes de comida que se encuentren enterrados, ocultos bajo otras superficies o que sean difíciles de localizar y atrapar por cualquier otro motivo.
Si te interesa leer la nota completa, podés acceder a la fuente: Investigación y Desarrollo
Insectos para alimentar el mundo
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) viene recomendado incorporar los insectos a la alimentación humana como una solución al hambre mundial. Se estima que los insectos ya forman parte de la dieta de 2.000 millones de personas; ahora también se está pensando en utilizarlos para alimentar ganado.
Durante esta semana, del 14 al 17 de mayo, el tema vuelve a estar sobre la mesa con la celebración en Holanda de la conferencia internacional Insectos para alimentar al mundo, organizada por la FAO y la Wageningen UR, centro de universidad e investigación vinculado a la universidad holandesa de Wageningen.
El objetivo general de la conferencia es promover el uso de insectos como alimento humano y como pienso para garantizar la seguridad alimentaria.
Fuente: Costaricaon.com