Una cárcel muy cruel
Una empresa estadounidense (Analog Watch Co., de Filadelfia, firma dedicada a desarrollar productos “inspirados por la naturaleza”) creó un peculiar reloj-pulsera que es –esencialmente– una pequeña granja de hormigas. Sí, tal cual suena: el chiche alberga entre tres y cinco insectos cosechadores vivos, además de materiales de anidación resistentes al movimiento, para que los mentados bichos hagan base.
Como novedad, nos parece sumamente cruel. Las hormigas son seres vivos. Una cosa es combatirlos cuando se convierten en plaga -es decir, cuando nos causan perjuicios- y otra muy diferente, utilizarlas para nuestra diversión.
La empresa se da el lujo, además, de colocar una etiqueta al aditamento: «eco-friendly». Es decir, se supone que es ecológico.
En el nuevo divertimento hay entre tres y cinco hormigas comunes, viviendo en relojes biodegradables (¡con plástico a base de plantas!), arenero, un gotero para comida y agua, pinzas y un manual de fácil comprensión. Además, un nuevo lote de insectos arribará cada cuatro meses para reemplazar al anterior, aunque –según Analog Watch– “si no los necesitas, siempre puedes liberarlos”.
De más está decir que estamos totalmente en desacuerdo con este tipo de modernidades.
Fuente: Página 12
Etiquetas: Hormigas