Insectos comestibles: cada vez más cerca?
Hace bastante que la FAO recomienda incorporar insectos comestibles en la alimentación. Esto tendría algunas ventajas:
- Ayudaría a disminuir el hambre a nivel mundial al incorporar un alimento más.
- Serían una fuente de proteínas de bajo costo y altamente nutricionales. Según algunos científicos, los insectos comestibles contendrían más proteínas que la carne vacuna.
- Ayudaría a disminuir el calentamiento global, pues la cría de ganado es un factor importante de este aspecto.
Por otra parte, los que están en contra, dicen que los insectos no contienen tantas proteínas como se cree.
En algunos países de Africa, en Méjico y en China es común comer insectos. En otros, todavía se lo ve como algo extraño y genera cierto rechazo.
Mientras tanto, diversos restaurantes en Occidente ya comienzan a incluir insectos camuflados en sus platos estrellas. En Gales, por ejemplo, el cocinero Adam Holcroft sirve kebab con grillos en su nuevo restaurante; en New York, el restaurante The Black Ant ha convertido el guacamole con hormiga chicatana en su plato estrella y en Francia, Le Festin Nu, abierto en Montmartre hace dos años, ha comenzado a introducir platos como saltamontes aderezados de pimiento y ajo negro. En España -a pesar del vacío legal que existe en respecto a la venta de insectos, pues si bien pueden consumirse no pueden comercializarse para su consumo- ya existe la primera granja de insectos comestibles.
Por el momento, en nuestro país el ANMAT (el organismo que regula los alimentos) no ha avanzado en la emisión de regulaciones para la cría, procesamiento y almacenamiento de insectos. Sin embargo, ya están apareciendo noticias relacionadas con la ingesta de insectos comestibles en diarios locales, un modo de que la población vaya «naturalizando» el tema.
El tiempo dirá si esto es una moda pasajera o si -por tener ventajas efectivas sobre otro tipo de alimentos- comer insectos termina imponiéndose también en nuestro país.
De todos modos, creemos que al menos esta noche se impondrá una cena más tradicional.
Fuente: nuevodiarioweb.com.ar
Insectos comestibles: moda pasajera o solución?
Desde hace bastante tiempo la FAO y otras organizaciones vienen recomendando la ingesta de insectos como solución al hambre mundial.
En muchos países existen numerosos insectos comestibles y es habitual incluirlos en platos típicos. En otros, los insectos -convertidos en harinas- son incluidos en alimento para el ganado.
Cabe aclarar que no se come cualquier cosa. En general, se destinan a alimentación grillos, orugas, hormigas y escarabajos.
Según algunos especialistas, los insectos constituyen una importante fuente de proteínas.
Sin embargo, hay algunos aspectos que deberíamos analizar antes de aceptar o rechazar esta práctica:
- En países donde no es habitual considerar a los insectos comestibles, existe un rechazo generalizado. Sin embargo comer insectos podría equipararse a comer caracoles, lo que sí está aceptado.
- De aceptarse la ingesta de insectos, debería estar regulada y controlada como cualquier otro tipo de alimento. Es decir, es necesario legislar sobre las condiciones de cría, del procesamiento, del mantenimiento, etc.
- Existe el riesgo de alergias, pero esto también sucede con otras especies, como los crustáceos.
- Hay científicos que dudan sobre la calidad y cantidad de las proteínas que pudieran llegar a contener los insectos comestibles.
- En general no hay rechazo en que se utilicen los insectos para alimento del ganado.
- Convertidos en harina, ya se están utilizando para alimentar peces, que habitualmente comen insectos vivos o muertos.
Mientras tanto, sepamos que la cochinilla se utiliza como colorante. No hay rechazo por dos motivos: pasa desapercibida por estar molida y, fundamentalmente, porque no se sabe que está incluida en el alimento.
Suponemos que en occidente será más fácil consumir insectos comestibles si éstos están procesados y no se los distingue. Por ejemplo, si son molidos y mezclados con otros elementos.
Mientras que en la Unión Europea ya están analizando el tema en profundidad y seriamente, al menos por ahora en nuestros pagos el platillo de la foto resulta exótico pero poco aceptado. Sin embargo, de solucionarse los aspectos técnicos (regulación, legislación, etc.), con un buen marketing la producción de insectos comestibles podría transformarse en un negocio original.
Fuente: infobae.com
Insectos comestibles: una empresa los cultiva
Hace rato que la OMS viene recomendando la ingesta de insectos para paliar el hambre mundial.
En algunos países se fabrican golosinas y snacks en base a insectos comestibles, pero aquí no estamos acostumbrados y lo vemos como algo al menos, exótico.
Además de la repugnancia que pueden sentir algunas personas, nos encontramos con el problema de la falta de regulación que tiene esta actividad, lo que no sucede con la ingesta de carnes de otros animales que está controlada por diversos organismos que verifican la calidad, higiene, estado sanitario de las instalaciones de cría, conservación, etc.
La empresa israelí Steak TzarTzar – palabra que significa grillo – fundada junto a Ben Friedman y Chanan Aviv, tiene como objetivo ser la primera en cultivar insectos comestibles usando métodos de alta tecnología para hacerlos crecer rápidamente de una manera organizada, en condiciones sanitarias.
Si ingerir insectos comestibles se instala como hábito, estaríamos frente a una fuente de proteínas de bajo costo y mucho más limpia que el ganado.
Quizás el método adecuado sería procesarlos e industrializarlos de modo tal que no notáramos que estamos comiendo insectos.
Fuente: itongadol.com.ar
Un estudio duda de los insectos como solución alimenticia
Hace ya años que se están buscando alternativas a la cría de ganado para el consumo humano. Una de las opciones más prometedoras para surtir de proteínas nuestra dieta son los insectos, concretamente los grillos, pero un nuevo estudio arroja serias dudas sobre la idoneidad de estos insectos como alimento sostenible.
Incluso desde hace bastante tiempo que la FAO está promoviendo la ingesta de insectos como solución al hambre mundial.
Más allá de la aversión que esto provoca a la mayoría de las personas, parece que ni siquiera podría ser la solución para eliminar las hambrunas.
El optimismo de la FAO se basa en informes que detallan que, para conseguir un kilo de carne de pollo, por ejemplo, se necesitan 2.5 kilos de alimento para el animal (pienso, grano o vegetales). Un kilo de cerdo necesita 5 kilos de alimento, mientras que un kilo de carne de vaca requiere 10 kilos de comida para el animal (eso sin contar el agua). Sin embargo, un kilo de grillos solo requiere 1,7 kilos de alimento. La idea, además, es que los grillos son más flexibles a la hora de alimentarse y la materia vegetal que les puede servir de alimento no compite con la del resto de ganado.
Sin embargo, Mark Lundy y Michael Parrella, investigadores pertenecientes a la Universidad de California, acaban de realizar un estudio sobre la cría de grillos para el consumo humano. La cantidad de proteínas aprovechables que producen los grillos depende mucho de lo que se les dé de comer. No vale cualquier desecho vegetal. Ambos autores explican que aún hay que investigar mucho de cara a lograr un modelo efectivo en costes que permita alimentar grillos adecuadamente y que estos procesen de forma efectiva el pienso que reciben para, en esencia, convertir los desechos de los que se alimentan en proteínas.
Fuente: es.gizmodo.com
Un estudiante sobrevivió un mes comiendo sólo insectos
Esta noticia viene circulando en los medios.
Sucede que la ONU ha recomendado la ingesta de insectos para acabar con el hambre mundial. En muchos países esto es algo común, pero en occidente nos causa cierta aversión.
Camren Brantley-Rios, un estudiante de 21 años, quiso probar qué sucedería si adoptaba esta dieta y ahora nos cuenta que si bien en un principio le pareció complicado, ya que no lograba dar con la mejor preparación para cada tipo de insecto, con los días fue aprendiendo y generó recetas de lo más completas que, pese a su contenido, se ven ricas. Tras 30 días, el chico se declaró muy contento con los resultados, y piensa seguir incorporando insectos a su dieta, esta vez un poco más estándar.
En nuestra opinión, esta experiencia tiene algunos inconvenientes:
- En nuestro país los alimentos están regulados por el ANMAT, que indica qué es apto para consumo humano. Aún no ha se ha emitido nada sobre insectos.
- Los insectos suelen trasmitir diversas enfermedades. Para ingerirlos, deberían ser criados en ambientes especiales donde se pudiera controlar su estado de salud. Por el momento, sólo se los podría «cazar» del medio ambiente.
- Algunos insectos contienen tóxicos que pueden dañar la salud.
- Aún contando con insectos seguros, no es conveniente ni limitar la ingesta de alimentos a una sola clase -como hizo este estudiante- ni realizar cambios tan drásticos en la dieta.
Resumiendo: si te perdieras en la selva o el bosque y no contaras con ningún alimento, a lo mejor no te queda más remedio que recurrir a comer insectos. Eso no quiere decir que no provoquen ningún perjuicio a tu salud, ya que nuestro aparato digestivo no está acostumbrado; es como cuando vamos de vacaciones y comemos durante varios días comidas no habituales. De todos modos, si se trata de sobrevivir y se puede superar el asco, vale el intento aunque nos cueste alguna indigestión.
Si podemos elegir, nosotros preferimos seguir comiendo carne, frutas y verduras cultivadas.
Fuente: mdozol.com
Estudian incorporar insectos en los alimentos para peces
El Consejo de Investigación de Noruega asignó NOK$13 millones (US$1,7 millones) para el proyecto Aquafly, el cual pasará los próximos cuatro años investigando el potencial del uso de insectos como ingredientes seguros y saludables de futuros alimentos para peces.
El proyecto Aquafly propone el uso de harina de insectos como ingrediente del alimento para el salmón, también desde el punto de vista ambiental, social y económico. Como líder del proyecto, el Instituto Nacional de Nutrición e Investigación Pesquera de Noruega (Nifes, por su sigla en inglés) será el responsable de la investigación.
Estudios previos del Instituto han demostrado que la comida en base a insectos es una buena fuente de proteínas para el salmón de cultivo. Los insectos y sus larvas son un componente importante de la dieta natural de salmón y, por lo tanto, el alimento en base a insecto es una de las cosas más naturales que se pueden añadir a la nutrición de los peces. En la foto vemos un centro de cultivo de salmón.
Esta posibilidad no crea el rechazo que se produce cuando se menciona a los insectos como alimento destinado a los seres humanos.
Fuente: aqua.cl
Los riesgos de comer insectos
Buscando acabar con el hambre mundial la FAO ha recomendado la ingesta de insectos, pues son una fuente importante de proteínas.
El problema es que -además de cierta aversión que tenemos la mayoría- el consumo todo alimento debe estar regulado por las autoridades correspondientes. Y se ha avanzado poco en ese sentido; en nuestro país, nada.
Mientras tanto, en Bélgica ya se comercializan en una cadena de supermercados.
Cualquier insecto se puede comer?
En general, se mencionan como comestibles los grillos, algunas hormigas, algunas mariposas, saltamontes y orugas, entre otros. Pero deben ser sometidos a un proceso antes de ingerirlos.
Los expertos han analizado los riesgos microbiológicos y químicos, incluyendo alérgenos, de los insectos. Estos peligros dependen de las especies, las condiciones de cría (alimentación y medio ambiente) y el procesamiento posterior. Como otros alimentos, estos riesgos pueden controlarse con una correcta aplicación de las buenas prácticas de higiene y producción.
Los especialistas belgas sugieren también que el tratamiento térmico antes de consumirlos es esencial, así como una información detallada en la etiqueta sobre las condiciones de conservación y preparación.
Como vertebrados, los insectos pueden contener agentes biológicos y sustancias que pueden ser peligrosas para la salud. Según las autoridades belgas, es importante prestar atención a los riesgos bacteriológicos y químicos de insectos de alimentos con estiércol y residuos orgánicos. Los pocos estudios científicos sobre la seguridad microbiológica de los insectos criados en condiciones controladas indican que contienen un elevado número de gérmenes. En un análisis realizado en gusanos, orugas y grillos se detectó Staphylococcus spp. y enterobacterias, entre otras. Según los investigadores belgas, algunos insectos como moscas o escarabajos son portadores de Salmonella y Campylobacter para el ganado.
Además, durante la cría de insectos también pueden producirse infecciones epizoóticas, aunque los expertos reconocen que el «riesgo de infecciones zoonóticas es bajo». La contaminación microbiana aumenta en el caso de un «uso descuidado de residuos y la falta de higiene en el tratamiento de insectos». Algunos riesgos son parasitosis y presencia de aflatoxinas. Los insectos también pueden estar infectados por hongos patógenos como Aspergillus o Penicillium, que pueden contagiar de manera directa a las personas o secretar sustancias tóxicas o alérgenas.
Tratamientos como el horneado o el escaldado reducen el número de bacterias aerobias que pueden estar presentes en determinados insectos.
Debe tenerse en cuenta que el consumo de insectos crudos, aseguran los científicos, puede conllevar riesgo de enfermedad parasitaria.
Además de los tratamientos térmicos, la conservación es otra de las condiciones importantes para prevenir riesgos, ya que, en ciertas condiciones (temperaturas de unos 30 ºC y ambiente húmedo), las esporas crecen más y, por tanto, degradan la calidad.
Fuente: www.20minutos.es
Los insectos se tornan comestibles
Hace rato que la ONU viene recomendando la ingesta de insectos -ricos en proteínas y posibles sustitutos de la carne- para eliminar el hambre mundial. Sin embargo, hay una resistencia natural a incorporarlos a nuestra dieta, sobre todo en países como el nuestro en el que hay alimentos suficientes para todos (aunque reconozcamos que están mal repartidos).
De todos modos, las grandes compañías de alimentos no se quieren quedar afuera de las tendencias del mercado y van incorporando los insectos como componentes de sus productos. En algunos casos, convierten los insectos en harina, por lo que podríamos estar consumiéndolos sin notarlo. En otros, más atrevidos, directamente los exponen en el plato.
La compañía Exo ha hecho barritas de proteínas con insectos. Los supermercados holandeses Jumbo comercializarán insectos comestibles para 2015 y el restaurante Aphrodite, con una estrella Michelin y situado en Niza, incluye grillos y gusanos de harina en su carta. Incluso la agencia belga Atelier Design presenta las latas de insectos Sexyfoood, que bajo un elegante packaging vende escorpiones, larvas y gusanos comestibles. Food Genious, que recoge datos proporcionados por diversos restaurantes, asegura que en 2015 notaremos cómo la gente pide cada vez menos carne en los restaurantes.
La pregunta es: ¿nos atreveremos con los insectos u optaremos por opciones vegetarianas?
Por otra parte, sería necesaria una intervención del Estado para autorizar su consumo por parte de seres humanos, así que por el momento los aprehensivos podemos quedarnos tranquilos.
En cuanto a nosotros, preferimos matarlos.
Fuente: estilo.elconfidencial.com
La industria alimenticia pretende crear demanda de insectos
La FAO promueve la alimentación a base de insectos como solución para acabar con el hambre mundial. En muchos países, esto es habitual; pero en otros, la sola idea de comer insectos causa repugnancia.
Para ponerse a tono, la industria alimenticia necesita crear el deseo en los consumidores. Sólo así lograrán que imponer el producto.
Esto se está dando en países altamente industrializados, en los que aparentemente no habría problemas de alimentación ni necesidad de recurrir a los insectos. Probablemente, sea un tema de costos.
Hay quienes ya elaboran menúes en los que se pueden ver los insectos, como en la foto. La industria alimenticia apunta también a utilizarlos molidos, como parte de la materia prima de barritas de cereal o en enlatados. De este modo, el consumidor estaría ingiriendo insectos sin notarlo.
El tiempo dirá si la iniciativa es exitosa o no.
Fuente: gastronomia&compañia.com
Lanzan la primer línea de alimentos elaborados con insectos
La tendencia a comer insectos sigue avanzando.
La semana pasada, la red de supermercados belga Delhaize lanzó una línea de productos fabricados a partir de insectos comestibles, algo hasta ahora inédito en ese país.
Fabricadas por la también belga The Green Kow Company, la crema de tomate contiene en su composición 6% de gusanos de harina, mientras que la de tomate contiene 4%.
Con base en la aceptación de los productos, la red pretende ampliar la gama de sabores.
La comercialización en Bélgica de alimentos a base de insectos fue legalizada el pasado 25 de mayo por la Agencia Federal para la Seguridad y la Cadena Alimentar (AFSCA). Tanto los creadores de la materia prima como los fabricantes de los productos finales deben seguir una serie de reglas en materia de higiene y trazabilidad para ganar la autorización de la entidad.
La decisión ha cerrado un vacío legal a nivel europeo, ya que la Unión Europea (UE) carece aún de normas relativas a los llamados “nuevos alimentos”, categoría que incluye a los insectos.
En nuestro país aún no se ha reglamentado la comercialización de insectos para consumo humano.
Fuente: criteriohidalgo.com