Plagas domésticas: cuidado con los acumuladores
Llamamos «acumuladores» a esas personas que son incapaces de desprenderse de todo tipo de objetos, aunque nunca vayan a utilizarlos, estén rotos, carezcan de calor emotivo o comercial, etc.
No hablamos de aquellos que gustan de reciclar objetos y guardan elementos para utilizarlos para ese fin. En general, estas personas tienen muchos objetos aparentemente inútiles, pero que les servirán a la hora de hacer algo de bricolage. Entonces, mantienen todo lo que guardan con un orden que les permita encontrar el objeto buscado a la hora en que lo necesiten.
Los acumuladores, por el contrario, sólo juntan objetos sin ningún orden y de un modo en el que rápidamente se convierten en basura. Como van dejando lo que acumulan en forma desordenada, los objetos se van amontonando y llega un momento en el que no se pueden movilizar cómodamente en su propia vivienda, no encuentran una silla libre de objetos en la que sentarse o no pueden abrir las puertas de las habitaciones fácilmente porque un montón de objetos en desuso la obstruyen.
Estas situaciones son aprovechadas por las plagas domésticas, que se apropian de la situación. Las cucarachas proliferan ante la cantidad de comida y refugio que encuentran entre los objetos en desuso. Los roedores también hacen de las suyas, pues debajo de las montañas de basura encuentran lugares ideales para anidar y mantener a sus crías, rodeados de alimentos de fácil acceso.
En general, los acumuladores necesitan la asistencia de un profesional médico que los trate, pues aunque los ayudemos e intentemos limpiar su casa, es poco probable que lo permitan y además, rápidamente volverán a la situación anterior.
El problema es que su manía de acumular no los afecta sólo a ellos, sino también a sus familiares y vecinos.
En estos casos, no basta con fumigar. Es necesario proceder a retirar todo lo que pueda dar refugio o alimento a las plagas domésticas -que son sumamente oportunistas- y proceder a desinfectar la vivienda antes de re-habitarla.
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Recomendaciones para el uso de plaguicidas en el hogar
En el mercado existen numerosos productos de venta libre, destinados a combatir los insectos y demás plagas del hogar. Se presentan en diversas formas: polvos y granulados para combatir hormigas, aerosoles contra moscas, mosquitos y cucarachas, cebos rodenticidad, etc.
Antes de utilizarlos, debemos tener en cuenta que:
- Deben ser utilizados con precaución, ya que son tóxicos.
- Antes de aplicar aerosoles se deben guardar alimentos y vajilla, ya que las microgotas que esparcen pueden depositarse allí y luego serán ingeridas por nosotros.
- Los animales domésticos son muy curiosos. Debemos evitar que husmeen en el veneno colocado. En muchos casos, lo mejor es retirarlo del ambiente.
Tenemos que tener en cuenta que no debemos propiciar la instalación de plagas. Mantener la higiene en el hogar, evitar la acumulación de agua, tapar las grietas, utilizar mosquiteros, son medidas sencillas que nos ayudarán en este sentido.
Si el caso es agudo y se produce la instalación de una plaga, los insecticidas de uso doméstico serán insuficientes para combatirla. En ese caso, llámenos y resolveremos el problema con eficiencia y seguridad.
El CONICET Mendoza desarrolla un insecticida no tóxico
La ciencia y la industria llevaban décadas abocadas la búsqueda de productos más seguros para el hombre y el ambiente, centrando su atención en el desarrollo de pesticidas a base de sustancias naturales, como extractos vegetales y polvos inorgánicos.
Fue recién en 2010, cuando el trabajo de Teodoro Stadler y su equipo del IMBECU (Instituto de Biología y Medicina Experimental de Cuyo) en el CONICET, fue clave para el hallazgo de un nanomaterial con propiedades insecticidas de baja toxicidad para el hombre y para el ambiente y que se erigió como una excelente alternativa para la sustitución de pesticidas tradicionales.
El nuevo material está compuesto de alúmina, una sustancia omnipresente en la naturaleza, que junto con la sílice es uno de los principales componentes de las arcillas presentes en todos los suelos. De aquí se desprende que, a pesar de tratarse de un producto no degradable, su presencia en el ambiente no afecta la integridad ni el funcionamiento de los ecosistemas.
Debido a que el desarrollo es aún muy reciente, Stadler comenta que van a tardar algunos años hasta que los productores se animen a invertir en esta nueva tecnología. Por el momento, algunos laboratorios ya se han mostrado interesados en su producción, por lo que solo es cuestión de tiempo que comience a emplearse en los campos argentinos.
Esperemos que pronto el producto esté en el mercado para poder aplicarlo al control de plagas domésticas.
Fuente: CONICET
Proteger nuestros alimentos de las plagas es prioritario para nuestra salud
Una de las prioridades cuando se trata de evitar que las plagas «ocupen» nuestras cocinas es evitar que existan deficiencias estructurales que se puedan convertir en refugios para insectos, así como zonas de difícil acceso para limpiarlas. En estos casos, suelen ser un lugar idóneo para que se acumule suciedad y desperdicios, así como humedad, factores que atraen mucho a los insectos.
Las hormigas, por ejemplo, suelen estar presentes donde hay alguna fuente de alimento, y se suele encontrar no una, sino varias en busca de alguna miga. Las hormigas comen casi cualquier cosa, así que deben evitarse restos de migas de cualquier alimento o restos de grasa acumulada en determinadas zonas.
La lucha contra las plagas en las cocinas debe tener en cuenta algunos puntos básicos:
- Es frecuente que en las verduras se transporten insectos. Para evitar que se instalen en la cocina, antes de almacenar los alimentos debe comprobarse si hay alguna plaga.
- Mantener puertas y ventanas cerradas. De ser posible, instalar mosquiteros; esto permite que el ambiente esté ventilado y libre de insectos.
- Limpiar de forma rápida cualquier líquido que se derrame.
- Mantener las zonas donde se almacenan alimentos limpias y sin humedad.
- Reparar canillas que goteen o estén obstruidas.
- Guardar la comida en recipientes herméticos.
- Consumir antes los productos que lleven más tiempo en la despensa.
- Depositar la basura en contenedores que tengan tapa; vaciarlos de forma periódica.
- Mantener los animales domésticos fuera de las zonas de preparación de alimentos.
Una de las causas de contaminación de los alimentos es la interacción entre éstos con plagas, sobre todo moscas, roedores y cucarachas, que actúan de vectores de contaminantes.
Insectos y roedores pueden contaminar los alimentos por el contacto de los microorganismos que transportan en su cuerpo, o a través de las deyecciones. Las plagas necesitan alimento y un lugar para poder sobrevivir, por tanto, si se actúa sobre estos factores se puede impedir que las plagas alcancen los alimentos.
Se acerca el calor y las plagas están de parabienes
En esta época deben intensificarse las tareas de limpieza en las cocinas, para evitar que las plagas se conviertan en una amenaza para la salud.
El aumento de las temperaturas lleva asociado también un incremento de la población de plagas de cucarachas, hormigas o moscas en las cocinas, con el consiguiente riesgo de infección de los alimentos.
Las plagas pueden ser transmisoras de enfermedades porque contaminan los alimentos destinados al consumo humano. Por este motivo, es importante intensificar las tareas de limpieza y mantener unas condiciones higiénicas adecuadas para evitar que se conviertan en una amenaza para la salud, ya que en las cocinas los insectos pueden transferir microorganismos nocivos a los alimentos y superficies donde se manipulan.
También debe tenerse en cuenta que las mascotas, como perros y gatos, son portadores de microorganismos y parásitos que llevan en patas o piel.
Para que las plagas no se conviertan en un problema de seguridad alimentaria, es importante tener un cuidado riguroso de la limpieza, sobre todo en los rincones y lugares poco accesibles, que es donde suelen acumularse. También es importante no olvidar zonas como los tachos de basura, donde se acumulan restos de comida y acaban por ser un lugar muy atractivo para las plagas.