¿Comer insectos contribuyó al desarrollo del cerebro humano
Desde hace tiempo se reconocen las dificultades asociadas a encontrar comida como algo importante en el proceso de modelar la evolución del cerebro y la cognición en primates, incluyendo humanos. La necesidad de subsistir, durante largas temporadas, de una dieta rica en hormigas, otros insectos y animales diminutos podría haber espoleado el desarrollo de cerebros más grandes y funciones cognitivas de más alto nivel en los ancestros de los humanos actuales y de otros primates.
Esta es la conclusión a la que ha llegado en una investigación el equipo de la antropóloga Amanda D. Melin de la Universidad Washington en San Luis de Misuri, Estados Unidos, así como la bióloga Hilary C. Young y las antropólogas Krisztina N. Mosdossy y Linda M. Fedigan, las tres últimas de la Universidad de Calgary, en Canadá.
Basándose en un estudio de cinco años sobre monos capuchinos en Costa Rica, la investigación apoya la teoría evolutiva que enlaza el desarrollo de las habilidades sensoriomotoras, tales como una destreza manual notable, el uso de herramientas, y la adopción de soluciones innovadoras para problemas, a los retos creativos inherentes a localizar insectos y otras fuentes de comida que se encuentren enterrados, ocultos bajo otras superficies o que sean difíciles de localizar y atrapar por cualquier otro motivo.
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Etiquetas: insectos comestibles