Los piojos no se toman vacaciones
La pediculosis (infestación por piojos), es un problema mundial que afecta psicológicamente a quien la padece tanto en su ámbito escolar o laboral, como en el social, principalmente por la estigmatización que produce, ya que se asocia a falta de higiene, y este es solo uno de los muchos mitos que existen alrededor de esta enfermedad y los cuales es importante aclarar. Este es un parásito exclusivo de la cabeza del ser humano.
Uno de los factores de riesgo más importantes es una alta densidad de población humana, por lo que las escuelas, colonias de vacaciones, plazas, areneros y payas se han convertido en lugares con fuerte contagio, y se ha documentado que la posibilidad de propagación en los colegios y clubes aumenta cuando los alumnos comparten casilleros.
Ninguna persona es inmune a la infestación por piojos. Todas las razas e individuos de todas las edades pueden infestarse con estos artrópodos; aunque se ha reportado mayor prevalencia entre escolares y adolescentes. También se ha detectado que las niñas son infestadas con mayor frecuencia que los niños.
Los piojos son extremadamente contagiosos. No saltan, no vuelan ni nadan, solo caminan, pudiendo así pasar por la ropa y objetos personales, tales como peines, cepillos, bufandas, gorros, audífonos, sacos de dormir y juguetes de peluche y sobre todo por contacto directo cabeza con cabeza.
Recomendaciones:
- Eliminar las liendres
- Recoger el cabello de las niñas
- Aplicar a los niños gel en abundancia
- Evitar prestarse gorras, cepillos, peines, sombreros o cualquier accesorio para el pelo.
- Lavar todos los peluches y ropa de cama.
- Hervir o cambiar los peines y cepillos
- Inspeccionar diariamente la piel cabelluda.
- No compartir toalla en la playa o piletas
- Y en caso de infestación aplicar el tratamiento a toda la familia utilizando productos específicos