Los piojos aumentaron su resistencia…
… por eso cada vez es más difícil eliminarlos.
El Pediculus humanus capitis, más conocido como “piojo de cabeza” desarrolló una resistencia a los pediculicidas que ya lo vuelve una plaga. Uno de cada cuatro chicos en nuestro país tiene o tuvo piojos.
Los piojos no vuelan ni saltan. Se contagian de uno a otro al compartir peines y gorros, o simplemente cuando un infectado acerca su cabeza a otra persona.
Contrariamente a lo que se cree, e000sta enfermedad tan común no distingue ni lugar de nacimiento ni condición social: está en todas partes y en toda la población.
El tratamiento consiste en sacar los piojos de las cabezas infestadas. Esto se logra mediante el empleo de peine fino y el uso de productos pediculicidas.
“Durante las últimas dos décadas se utilizaron en la Argentina productos que contienen permetrina o d-fenotrina (ambos pertenecientes a la familia de los insecticidas piretroides)”, detalló el investigador adjunto del CONICET y doctor en Ciencias Biológicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Ariel C. Toloza, quien remarcó que “el uso excesivo de estos productos favoreció la aparición de resistencia”.
El fenómeno de resistencia a los insecticidas no es exclusivo de los piojos, también ocurre en los demás insectos (y también en hongos, plantas y microbios). Es una consecuencia del proceso evolutivo generado por la interacción entre los organismos y los compuestos empleados para su control.
Fuente: misionesonline.net
Los piojos: un problema siempre vigente
Durante la época escolar o en vacaciones, los piojos son siempre una preocupación para las madres.
Es que los chicos son muy propensos a contagiarse (y algunas personas mayores, también).
Sin embargo, más que preocuparse, hay que ocuparse.
Recordemos que:
- Los piojos no saltan de cabeza a cabeza. Se contagian al compartir peines, gorros, gomitas para el pelo, hebillas, etc.
- Nunca debe aplicarse insecticida sobre la cabeza. Siempre hay que utilizar los productos autorizados, que se venden en la farmacia.
- Los productos específicos (champúes y enjuages) que se venden en la farmacia sólo deben utilizarse cuando hay infestación.
- Por el contrario, el peine fino no causa daños. Una revisada luego de lavar la cabeza no está de más.
Y lo más importante: no debemos avergonzarnos si nuestro hijo (o nosotros mismos) tiene piojos. Si bien durante años se los asociaba al hecho de tener la cabeza sucia, hoy se sabe que los piojos se adhieren al cabello limpio.
Como verás en esta nota, el problema es universal: abc.es
Los piojos: un problema recurrente
Los ftirápteros (phthiraptera), comúnmente conocidos como piojos son un problema recurrente, especialmente cuando los niños están en la etapa escolar.
Estos insectos de reducido tamaño, provocan picazón e irritación, así como lesiones en el cuero cabelludo producto de rascarse pues pueden llegar a infectarse.
Los huevos que los piojos adhieren a la cabeza, son llamados liendres y permanecen firmemente pegados al cabello.
Los piojos no vuelan, por lo que se transmiten de cabeza a cabeza o mediante gorros, bufandas o sábanas. Por lo cual, parece inevitable el contagio, ya que es imposible controlar 24 horas al día a los niños y en los juegos infantiles es habitual tocarse y estar junto a otros niños para realizar actividades.
En el mercado existen múltiples productos para combatirlos con éxito: peines finos (que son útiles para desprender también las liendres), champúes y enjuagues específicos. Lo importante es saber que NUNCA se debe rociar la cabeza con insecticidas, pues siempre son tóxicos y se absorben a través de la piel.
Fuente: diariodelhuila.com