Termitas, el enemigo silencioso
Las termitas son un grupo de insectos sociales. Se alimentan de la celulosa contenida en la madera y sus derivados, la que degradan gracias a la acción de los protozoos de su sistema digestivo.
La mayor parte de las termitas son de climas tropicales o subtropicales, pero unas pocas viven en climas templados.
No se las ve ni se las oye. Pero van comiéndose los soportes de las casas.
Las termitas obreras son las más numerosas y se encargan de alimentar a los soldados y a las reproductoras; son también las que producen daños en la madera. Podemos encontrar daños tanto en maderas estructurales (vigas, pilares…) como en marcos de puertas, suelos, libros.
Las termitas atraviesan cualquier cosa para llegar hasta la madera, incluso el hormigón si es preciso. Para realizar esta acción, muchas veces aprovechan las juntas del hormigón para atravesar muros supuestamente infranqueables, pero otras desgranan el material realizando una galería que atraviesa la pared sin problemas.
Los métodos de lucha convencionales consisten en establecer una barrera química alrededor del edificio a proteger mediante inyección de insecticida en muros o suelo, así como de tratamiento estructural.
Lo cierto es que el mejor método para eliminar las termitas es la prevención. Deberemos conseguir que no entren en nuestras casas, tapando grietas y demás rincones por donde puedan colarse; así como también será importante ir controlando los muebles de nuestro hogar, especialmente los más antiguos, para asegurarnos de que están en perfecto estado.
Los muebles son uno de los lugares predilectos de las termitas, por eso, es importante que los protejas con una serie de tratamientos específicos que te ayudarán a controlar tu hogar. Es importante que limpies los muebles con un líquido antitermitas sobre todo, en las cavidades que pueda tener el objeto; también se aconseja barnices los muebles para prevenir que las termitas se cuelen en él.
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