Para las hormigas, el costo del aprendizaje se convierte en una inversión

Las hormigas más experimentadas serían las «docentes» de las más jóvenes
El recorrido «educativo» tiene cierto costo para las hormigas líderes, sostienen Franks y Richardson. Las conductoras podrían alcanzar la fuente de comida cuatro veces más rápido si no tuviesen que esperar a las seguidoras. Por ellas, van haciendo pausas. La ganancia es que las aprendices aprenden mucho más rápido el camino en comparación cuando lo tienen que hallar solas.
Las aprendices a su vez son capaces de transferir el conocimiento sobre el camino aprendido y pueden convertirse en líderes más adelante. De esta forma, se van pasando la información sobre dónde están los manjares.
Los experimentos con las hormigas indican -según los biólogos ingleses- que podría ser el valor de la información, más que el tamaño del cerebro, lo que ha influenciado en la evolución de la enseñanza. «Nuestra identificación de la conducta de enseñanza en una hormiga -escribieron en su trabajo- muestra que un gran cerebro no es un prerrequisito».
El profesor Franks dijo: «Creemos que la verdadera enseñanza siempre involucra una retroalimentación en ambas direcciones entre el docente y el aprendiz. En otras palabras, el docente aporta información o guía para el aprendizaje según un nivel adecuado para las capacidades del aprendiz y el aprendiz señala al maestro cuándo las partes de la lección han sido asimiladas y esa lección puede continuar».
Richardson agregó: «Este comportamiento es maravillosamente simple. Si alguien saca a la seguidora experimentalmente y toca a la líder con un pelo dos veces por segundo o más, la líder continuará caminando».
Fuente: Valeria Román, Diario Clarín, 14/1/06 (Nota 3 de 5)
Etiquetas: Hormigas
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