Insectos: cuanto más coloridos, más tóxicos
Los animales cuyos colores más destacan sobre los de su entorno natural tienen un mayor riesgo de ser detectados y comidos por sus depredadores, a no ser que posean un tamaño corporal tan grande que carezcan de depredador, o que resulten tóxicos. Por eso cuando un animal pequeño tiene colores chillones y la selección natural marcada por la tasa de supervivencia no le ha hecho cambiar, ello significa a menudo que dicha criatura es tóxica, ya sea por resultar incomestible o porque cuenta con la capacidad de inyectar veneno a sus atacantes.
Investigadores del Centro de Ecología y Conservación adscrito a la Universidad de Exeter en el Reino Unido, han experimentados con uno de los insectos más vistosos: las mariquitas o vaquitas de San Antonio.
Los investigadores midieron la toxicidad de las mariquitas utilizando un ensayo biológico. Los resultados muestran que cinco especies muy comunes tienen cada una niveles distintos de defensa tóxica. Y la pauta con respecto al patrón cromático está clarísima: las especies con los colores que resultan más llamativos y vistosos en relación con la vegetación natural donde suelen vivir, son también las más tóxicas.
Por otra parte, estos insectos son beneficiosos para el hombre, ya que actúan como polinizadores y depredadores de las plagas de jardín. Se está experimentando con sueltas de vaquitas de San Antonio en zonas de cultivo, apuntando al control biológico de plagas.
Fuente: noticiasdelaciencia.com