Vínculos de amor y odio entre los insectos
El comportamiento de algunos insectos genera vínculos en los que se benefician y se perjudican entre sí, pero que a la larga resulta en una relación más beneficiosa que perjudicial para todos.
Es el caso de la gran mariposa azul, que pone sus huevos en las flores del orégano silvestre. La oruga se alimenta de los capullos de estas flores durante dos semanas, y luego cae al suelo. en ese momento, la oruga es adoptada por una hormiga roja (Myrmica). La oruga engaña a la hormiga haciéndola creer que es una de sus larvas; para hacerlo, adopta la posición de la larva y despide un olor similar. Al ser llevada bajo tierra al hormiguero, la oruga se da un festín alimentándose de las larvas de la hormiga durante 10 meses, aumentando su peso casi 50 veces, hasta que llega el momento de convertirse en crisálida y luego en mariposa.
Para ahuyentar a las hormigas y otros insectos, el orégano despide gases tóxicos, pero las hormigas Myrmica han evolucionado la habilidad para neutralizar este sistema defensivo. Cuando la planta percibe una colonia de estas hormigas cerca, redobla su producción de tóxicos; esto es una señal que le indica a la Gran Mariposa Azul que sus orugas estarán bien alimentadas.
El sistema Gran Mariposa Azul-orégano-Myrmica guarda ventajas para todos. El orégano sacrifica algunos de sus capullos para alimentar a la oruga, pero se beneficia porque la oruga elimina una gran cantidad de hormigas, que irritan sus raíces. La mariposa se ve beneficiada porque su oruga puede desarrollarse (primero, a costa del orégano; después, a costa de las larvas de hormigas). Por último, también se ven beneficiadas las hormigas, porque el tóxico que emite el orégano ahuyenta a otros insectos.
Una verdadera relación de ganar-ganar.
Fuente: Suplemento The New York Times International Weekly, Diario Clarín 5/9/15, por Nicholas Wade
Etiquetas: Insectos