Garrapatas: una picaduras muy peligrosa
Las garrapatas son parásitos hematófagos (es decir, se alimentan de sangre) y son responsables de la trasmisión de más de 50 enfermedades. Este es el aspecto de las garrapatas más frecuentes relacionadas con picaduras:
La picadura de garrapatas puede ser extremadamente peligrosa si el individuo está infectado.
Aunque lo más común es que piquen a los perros -pues se esconden entre pastizales y el animal está indefenso- también pueden picar a las personas.
Las enfermedades transmitidas por garrapatas más frecuentes son las de origen bacteriano, como la enfermedad de Lyme, la anaplasmosis o la rickettsiosis, las parasitarias como la babesiosis o las de origen vírico como la encefalitis o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
El problema de todas estas patologías es que no siempre provocan síntomas y, cuando lo hacen, producen cuadros clínicos inespecíficos, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento, ya que los pacientes no saben que los ha picado una garrapata. La ventaja es que como norma general el parásito tarda entre 24 y 48 horas en empezar a alimentarse de la sangre por lo que, hasta entonces, no habría riesgo de transmitir la infección, de ahí la importancia de retirarla cuanto antes.
Para ello, recomienda usar unas pinzas de borde romo y punta fina o quitarlas con los dedos con unos guantes finos, tratando de evitar su aplastamiento o el uso de remedios naturales como aceite o alcohol. En los días siguientes a la picadura es preciso observar si aparece fiebre o erupción en la piel ya que, en ese caso, hay que buscar atención médica indicando que ha sido picado por una garrapata. Lo ideal es guardar la garrapata en un frasco con papel húmedo en su interior para en ese caso poder precisar el tipo de especie y detectar antes el patógeno.
De igual modo, recomienda que tras ir al campo es preferible revisar cuidadosamente el cuerpo para detectar la presencia de la garrapata o su picadura, sobre todo en axilas, cabello, ingles, detrás de las rodillas, dentro y fuera de las orejas, dentro del ombligo o alrededor de la cintura. En general, las garrapatas suelen preferir los lugares calientes y húmedos del cuerpo.
Para evitar que las garrapatas invadan nuestro jardín, es aconsejable mantener el pasto corto y realizar fumigaciones periódicas.
Fuente: ABC Sociedad
Etiquetas: Garrapatas