Cómo elegir una empresa de control de plagas?
Hay varios aspectos a tener en cuenta, tales como la experiencia o las referencias.
Una buena empresa de control de plagas no debe limitarse a fumigar, sino que debe buscar la solución específica para cada caso.
Además, debe estar habilitada por el Gobierno de la CABA para ejercer la actividad y extender los certificados requeridos por la normativa vigente, con el estampillado de ley.
Estos certificados tienen una validez de 30 días, por lo general la frecuencia adecuada para mantener controladas las plagas domésticas. Sin embargo, existen casos en los que se debe actuar con mayor asiduidad: cuando las condiciones de higiene no son adecuadas, cuando hay viviendas abandonadas, en comercios dedicados a la gastronomía, etc.
Los usuarios pueden confirmar si la empresa que les brinda el servicio está habilitada, consultando en el Registro:
Qué puedo hacer para que la ciudad esté más limpia?
No siempre depende de nosotros, ya que el barrido y la recolección corren por cuenta del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Sin embargo, nosotros podemos contribuir evitando arrojar papeles en la vía pública, sacando la basura a horario, manteniendo limpia nuestra vereda, etc.
No olvidemos que la basura acumulada es un caldo de cultivo para roedores, cucarachas, moscas, etc.
Si tenés alguna duda en cuanto a cómo proceder, acá podés evacuarla:
Principales enfermedades transmitidas por roedores
Las principales enfermedades transmitidas por roedores son:
- Leptospirosis: la vía más común de contagio es por contacto de la piel con el agua, suelo o alimentos contaminados por orina de animales infectados. Los síntomas son variados y pueden presentar diferente grado de riesgo. En general, comprenden: fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza, conjuntivitis, hemorragias puntiformes en la piel, hemorragias gastrointestinales, hepatitis e infección del riñón.
- Hantavirus: se contagia por tocar orina o materia fecal de roedores infectados o por respirar en lugares mal ventilados con presencia de roedores. Los síntomas son: fiebre, dolor muscular, escalofríos, pérdida de fuerza, mareos, dolor de cabeza, vómitos y dificultades respiratorias.
- Otras enfermedades: en ambientes cerrados, la exposición a roedores puede causar alergias y asma. Los roedores son también responsables de transmitir diferentes tipos de parásitos. Los endoparásitos se contagian en general por consumo de alimentos contaminados con excremento de roedores infectados. Los síntomas son variados pero, en general, se evidencias trastornos gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarrea, dolores abdominales). Los ectoparásitos se encuentran asociados a los roedores comensales (ácaros, pulgas, piojos), los cuales son importantes como intermediarios y vectores de virus.
Como se puede apreciar, las enfermedades son lo suficientemente graves como para no correr riesgos. Si Ud. detecta roedores en su domicilio, llámenos y juntos encararemos la batalla para combatirlos. Si los detecta en la vía pública, contáctese con el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, llamando al 0800-999-2727.
Fuente: Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Medio Ambiente
Cómo combatir roedores
En principio, es fundamental no brindar refugio y alimento a los roedores. Para lograrlo, mantener los ambientes en buen estado de higiene y orden es lo más aconsejable.
Los roedores pueden transmitir muchas enfermedades tanto al hombre como a los animales domésticos. En general, lo hacen a través de sus excrementos, salivas y mordeduras. Roen y contaminan alimentos almacenados. Destruyen cables eléctricos y metal.
Las ratas y ratones son sexualmente maduros a los pocos meses. Las ratas pueden llegar a parir entre 50 y 80 crías por año, mientras que los ratones pueden parir hasta 40 crías.
Los lugares propicios para su alimentación y reproducción son terrenos baldíos, la chatarra apilada, los corrales de animales, los depósitos de mercaderías y los interiores de las viviendas.
Las ratas se alimentan de basura y restos de comida, desechos de animales, alimentos en depósitos, cereales (los ratones) y agua de zanjas, alcantarillas, bebederos y desagues. Diariamente consumen entre 25 y 30 gramos de sólidos y entre 15 y 30 mililitros de líquidos. Las lauchas consumen 3 ó 4 gramos de alimento por día y pueden sobrevivir meses sin agua.
Cómo saber si hay ratas? Algunos indicios son la presencia de objetos roídos, huellas, excrementos, nidos, manchas grasosas y marcas de la cola.
En caso de detectarlas, no se debe permanecer en el ambiente sin previa ventilación. Es necesario taparse la boca y la nariz para ventilar el área y utilizar guantes y botas de goma durante las tareas de limpieza.
Para desinfectar el lugar, es necesario rociar con lavandina los nidos, roedores muertos y otros elementos. También se debe limpiar el piso y otras superficies con lavandina y agua. Los desechos deben colocarse en doble bolsa plástica. Luego de las tareas de limpieza, desinfectar la ropa y lavarse las manos.
La presencia de ratas en la vía pública debe ser denunciada ante el Gobierno de la CABA, llamando al 0800-999-2727. También pueden realizarse consultas al 0800-333-7258.
Fuente: Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Medio Ambiente.
Principales plagas urbanas
En las ciudades hay numerosas plagas, pero las que siguen son las principales:
- Arañas: son una especie solitaria, que vive y caza durante la noche. Es fácil encontrarla en los rincones, entretechos, libreros, roperos y lugares poco visitados. Huyen del ruido y de la luz. Su mordedura puede ser mortal.
- Avispas: la chaqueña amarilla y la avispa papelera son muy parecidas en su aspecto físico. La chaqueña amarilla hace grandes nidos bajo tierra, mientras que la papelera los construye en los techos y aleros de las casas. Se alimentan de artrópodos, néctar, mielecilla, frutas; sólo la chaqueña amarilla es carnívora.
- Cucarachas: son insectos de hábitos nocturnos que habitan en lugares cálidos y húmedos, tales como las cocinas. Pueden transmitir peligrosas enfermedades.
- Hormigas: son insectos sociales que viven en grandes y complejas colonias. Pueden hacer sus nidos en el exterior como en el interior (cerca de fuentes de humedad tales como tuberías, maceteros, etc.). Se alimentan de carbohidratos azucarados, néctar de flores y secreciones azucaradas que dejan insectos chupadores en plantas ornamentales.
- Moscas: la mosca doméstica posee hábitos inmundos, ya que se alimenta de materia en descomposición, pudiendo ser vector mecánico de enfermedades al ser humano. Pone cientos de huevos cada 10 a 20 días.
- Mosquitos: los mosquitos y zancudos pueden transmitir peligrosas enfermedades, tales como malaria, dengue, fiebre amarilla, fiebre del nilo y otras. La hembra acosa y pica a su huésped con el propósito de obtener proteínas para la formación de huevos.
- Pulgas: sus largas y poderosas patas les permiten dar saltos de hasta 40 cm. Una vez completado su desarrollo, la pulga adulta puede emerger hasta 1 año después, lo que explica la presencia de ellas en sitios deshabitados. Pueden causar cuadros alérgicos en personas sensibles.
- Roedores silvestres: son reservorio del Hanta Virus, una grave enfermedad de curso agudo y elevada mortalidad que afecta al hombre. Es de hábitos diurnos y se alimenta de semillas.
- Roedores urbanos: la rata gris, rata negra o rata del tejado y la laucha o ratón casero son mamíferos muy prolíficos, destructivos y contaminantes, ya que pueden ser vectores de peligrosas enfermedades como salmonella, leptospirosis, triquinosis y otras. Son hábiles y desconfiados. Buscan alimento, agua y abrigo.
Fuente: Boletín Syngenta
Imagen: Plagastur
Las plagas mutan para generar resistencia a los venenos
En Inglaterra las ratas han mutado y son resistentes a los venenos que se utilizan habitualmente.
Para eliminarlas, sería necesario utilizar venenos más potentes. El problema es que estas substancias podrían afectar otras especies (como animales domésticos o aves) e incluso, a los seres humanos. Creemos que es importante tomar medidas precautorias para evitar que las ratas proliferen, tales como mantener la higiene y, en general, evitar que los roedores encuentren ambientes propicios para desarrollarse.
http://actualidad.rt.com/actualidad/view/110587-resistentes-ratas-mutantes-invaden-reino-unido
Proteger nuestros alimentos de las plagas es prioritario para nuestra salud
Una de las prioridades cuando se trata de evitar que las plagas «ocupen» nuestras cocinas es evitar que existan deficiencias estructurales que se puedan convertir en refugios para insectos, así como zonas de difícil acceso para limpiarlas. En estos casos, suelen ser un lugar idóneo para que se acumule suciedad y desperdicios, así como humedad, factores que atraen mucho a los insectos.
Las hormigas, por ejemplo, suelen estar presentes donde hay alguna fuente de alimento, y se suele encontrar no una, sino varias en busca de alguna miga. Las hormigas comen casi cualquier cosa, así que deben evitarse restos de migas de cualquier alimento o restos de grasa acumulada en determinadas zonas.
La lucha contra las plagas en las cocinas debe tener en cuenta algunos puntos básicos:
- Es frecuente que en las verduras se transporten insectos. Para evitar que se instalen en la cocina, antes de almacenar los alimentos debe comprobarse si hay alguna plaga.
- Mantener puertas y ventanas cerradas. De ser posible, instalar mosquiteros; esto permite que el ambiente esté ventilado y libre de insectos.
- Limpiar de forma rápida cualquier líquido que se derrame.
- Mantener las zonas donde se almacenan alimentos limpias y sin humedad.
- Reparar canillas que goteen o estén obstruidas.
- Guardar la comida en recipientes herméticos.
- Consumir antes los productos que lleven más tiempo en la despensa.
- Depositar la basura en contenedores que tengan tapa; vaciarlos de forma periódica.
- Mantener los animales domésticos fuera de las zonas de preparación de alimentos.
Una de las causas de contaminación de los alimentos es la interacción entre éstos con plagas, sobre todo moscas, roedores y cucarachas, que actúan de vectores de contaminantes.
Insectos y roedores pueden contaminar los alimentos por el contacto de los microorganismos que transportan en su cuerpo, o a través de las deyecciones. Las plagas necesitan alimento y un lugar para poder sobrevivir, por tanto, si se actúa sobre estos factores se puede impedir que las plagas alcancen los alimentos.