Cómo distinguir a los insectos y cuándo son plaga
Estamos acostumbrados a denominar «insectos» a una gran cantidad de pequeños animales. En realidad, para que un individuo pueda entrar en la categoría de insecto, tiene que cumplir con los siguientes requisitos:
- Un par de antenas
- Dos pares de alas
- Tres pares de patas
Por ejemplo, son insectos las moscas, los mosquitos, las cucarachas, las abejas, las avispas, las mariquitas, las polillas, las mariposas, las langostas y muchos más.
Los insectos conviven con el ser humano desde siempre y forman parte del equilibrio ecológico del planeta, ya que son alimento para aves, reptiles y también para otros insectos. Muchos trasmiten graves enfermedades, como el dengue o el Mal de Chagas.
Este equilibrio se rompe cuando alguno de estos insectos se convierte en plaga, es decir, cuando la población de un tipo de individuos tiene una dimensión de tal tamaño que perjudica el normal desenvolvimiento de las otras. El concepto de «plaga» no se aplica sólo a los insectos, sino también a cualquier tipo de animal que perjudica la actividad del hombre. Por ejemplo, en la ciudad de Luján las ardillas se han convertido en una plaga, ya que ante la ausencia de depredadores se han reproducido de forma descontrolada.
Por supuesto que no todos los insectos constituyen una plaga. Hay muchos que se consideran benéficos, como las abejas, que polinizan las plantas, o las mariquitas, que se alimentan de otros insectos que destruyen las plantas.
En definitiva, no sólo es imposible sino que también sería perjudicial eliminar a todos los insectos. Lo que puede hacerse con aquellos que interfieren con el normal desarrollo de la actividad del hombre es mantenerlos bajo control.
Si su hogar o su lugar de trabajo es invadido por cucarachas, hormigas, ácaros o algún otro insecto considerado «plaga», no dude en llamarnos y rápidamente encontraremos la solución.
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