Abundancia de orugas
El calentamiento del planeta influye en la proliferación de insectos, de los benéficos y de los otros.
En nuestra ciudad se puede observar que han vuelto las mariposas. En ese estadío -su etapa adulta- son muy llamativas y ayudan a la polinización de las plantas. El problema es que las larvas -durante un período de la metamorfosis- estos insectos pasan por una etapa en la que adoptan la forma de oruga.
La mayoría de las orugas son inofensivas, pero -para protegerse de los depredadores- muchas de ellas tienen una capa de pelos muy finitos que contienen una sustancia tóxica. El contacto con estos pelos puede producir urticaria y alergias. En el caso de los animales domésticos existe además el riesgo de que las coman y les produzcan diversas reacciones.
El otro problema con las orugas es que se alimentan de plantas y pueden destrozar una huerta en un período muy corto de tiempo.
Existen algunos remedios caseros para eliminar las orugas (como el alcohol de ajo, por ejemplo), pero sólo surten efecto cuando el contacto es directo. Es decir, no tiene efecto residual. Eso quiere decir que eliminará los insectos que alcance al pulverizar la planta, pero cualquier ejemplar que esté escondido saldrá airoso del ataque.
Si se observa que nuestra quinta fue invadida por orugas y necesitamos fumigarla, deberemos dejar pasar al menos 30 días antes de proceder a cosechar cualquier producto, pues éste es el período que necesita la planta para depurar el veneno en forma natural.
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