Termitas, el enemigo silencioso
Las termitas son un grupo de insectos sociales. Se alimentan de la celulosa contenida en la madera y sus derivados, la que degradan gracias a la acción de los protozoos de su sistema digestivo.
La mayor parte de las termitas son de climas tropicales o subtropicales, pero unas pocas viven en climas templados.
No se las ve ni se las oye. Pero van comiéndose los soportes de las casas.
Las termitas obreras son las más numerosas y se encargan de alimentar a los soldados y a las reproductoras; son también las que producen daños en la madera. Podemos encontrar daños tanto en maderas estructurales (vigas, pilares…) como en marcos de puertas, suelos, libros.
Las termitas atraviesan cualquier cosa para llegar hasta la madera, incluso el hormigón si es preciso. Para realizar esta acción, muchas veces aprovechan las juntas del hormigón para atravesar muros supuestamente infranqueables, pero otras desgranan el material realizando una galería que atraviesa la pared sin problemas.
Los métodos de lucha convencionales consisten en establecer una barrera química alrededor del edificio a proteger mediante inyección de insecticida en muros o suelo, así como de tratamiento estructural.
Lo cierto es que el mejor método para eliminar las termitas es la prevención. Deberemos conseguir que no entren en nuestras casas, tapando grietas y demás rincones por donde puedan colarse; así como también será importante ir controlando los muebles de nuestro hogar, especialmente los más antiguos, para asegurarnos de que están en perfecto estado.
Los muebles son uno de los lugares predilectos de las termitas, por eso, es importante que los protejas con una serie de tratamientos específicos que te ayudarán a controlar tu hogar. Es importante que limpies los muebles con un líquido antitermitas sobre todo, en las cavidades que pueda tener el objeto; también se aconseja barnices los muebles para prevenir que las termitas se cuelen en él.
Sapos con malformaciones en Fernando de Noronha
Fernando de Noronha es una isla ubicada en el nordeste brasileño. Fue declarada Parque Nacional Marino y un lugar considerado como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Como tal, el espacio está protegido y no se puede acceder sin un permiso específico, además de pagar una tasa diaria.
A pesar de todas las precauciones y cuidados, la isla no está libre de problemas para las especies que la habitan.
Recientemente ha aparecido una cantidad muy importante de sapos cururú con deformidades. Los anfibios invadieron la isla hace varias décadas y ahora casi la mitad tienen malformaciones en las extremidades, los ojos y la boca. Algunos no tienen patas, a otros les faltan o le sobran dedos o los tienen deformes. Hay individuos que presentan anomalías en las mandíbulas y narices.
Esas malformaciones han cambiado el modo en que se comportan. En condiciones normales, la mayoría de los sapos usan pistas visuales para encontrar, cazar o atrapar su presa. «A diferencia de los sapos normales, los que son ciegos literalmente esperan que los insectos caminen sobre ellos antes de comérselos», dice Luis Felipe Toledo, un biólogo especializado en anfibios de la Universidad Estatal de Campinas en São Paulo.
Debido a que los sapos ciegos simplemente comen lo que les pasa al lado, ya no están seleccionando sus presas, agrega. «Eso causa distintas condiciones en el organismo».
A pesar de estas deformidades, los cururú continúan proliferando en la isla. Una razón es que se trata de una especie introducida y no tiene depredadores naturales o competidores locales.
Nadie sabe con certeza cuándo llegaron los sapos allí. «Según una historia, hace cerca de 100 años un sacerdote se llevó algunos sapos de la parte continental de Brasil a la isla para mantener bajo control a los insectos en sus cultivos», dice Toledo.
Los científicos han encontrado alteraciones endocrinas, función inmune suprimida y también alteraciones en la reproducción, y no sólo en anfibios. Esto significa que otras especies podrían estar en riesgo.
Los sapos -junto con las lagartijas- son excelentes predadores de insectos y el mejor amigo que podemos encontrar para la huerta o el jardín.
Fuente: La Nación
Qué insectos pueden atacar a nuestras mascotas?
La mayoría de las personas se preocupa de que su mascota no tenga pulgas ni garrapatas. Eso está bien, ya que son los insectos que más comúnmente las molestan.
Sin embargo, debemos saber que las mascotas también pueden ser picadas por moscas, mosquitos, arañas, abejas y avispas, entre otros.
Si bien tienen el cuerpo bastante protegido por el pelo y porque su piel es más gruesa que la nuestra, también tienen algunas zonas muy sensibles.
Las moscas de algunas especies muerden sobre todo la punta de las orejas y la zona del puente del hocico. Pueden provocar pequeñas lesiones sangrantes que pueden infectarse necrosándolas o poner huevos produciendo miasis.
Las abejas y avispas normalmente pican a los animales que las “molestan” o intentan cazarlas. Son bastantes más peligrosas ya que tras la inflamación de la picadura, pueden producir fiebres, infección de la misma o lo que es peor un shock anafiláctico o edema de glotis que pueden provocar la muerte del animal.
Si notás que tu mascota tiene alguna inflamación cutánea, llevala al veterinario para que la revise y descarte cualquier problema de este tipo o le dé el tratamiento adecuado.
Si en tu casa hay un exceso de moscas, mosquitos o alguna otra plaga, lo mejor es que la hagas fumigar por un experto.
Durante el proceso de fumigación las mascotas deben ser retiradas del ambiente, al que podrán reingresar luego de transcurridas dos horas. Si el tratamiento es otro (por ejemplo, cebos contra roedores o granulados contra hormigas) habrá que ser muy cuidadosos en cuanto al lugar donde se coloquen, ya que tanto perros como gatos suelen ser muy curiosos y los venenos pueden afectarlos.
Fuente: Alza la pata
Garrapatas: son más peligrosas de lo que parecen
En primer lugar debemos aclarar que las garrapatas no son insectos, sino arácnidos. Los insectos se distinguen por tener tres pares de patas, dos pares de alas y un par de antenas, mientras que los arácnidos también son artrópodos pero no tienen antenas y tienen cuatro pares de patas y ojos múltiples.
De todos modos, a los efectos que nos ocupan, lo que importa no es a qué especie pertenecen, sino que pueden ser muy peligrosas, pues producen la llamada «fiebre manchada» al trasmitir la bacteria Rickettsia Rickettsii, que tiene altas tasas de morbilidad y mortalidad.
Si bien suelen parasitar en perros, también pueden atacar otros animales (domésticos, de granja o salvajes) e, incluso a las personas.
Como toda plaga, no se podemos hablar de exterminarla, pero sí se puede mantener controlada tomando algunas medidas:
- Evitar los lugares con malezas y pastos altos, donde suelen esconderse.
- Mantener los animales domésticos -especialmente perros- limpios y desparasitados.
- No conservar elementos en desuso, que podrían servir de encondite a toda clase de plagas (no sólo garrapatas, sino también roedores, arañas, etc.).
Si notás que tu perro se infecta con garrapatas recurrentemente, aunque los lleves al veterinario, lo bañes seguido y le cepilles el pelo, puede ser que esté frecuentando un lugar con demasiados de estos parásitos y se re-infeste.
Si tenés jardín, mantené el césped bien cortado y desmalezado. Si ves que allí hay garrapatas, llamanos y podremos fumigarlo con productos específicos.
Fuente: milenio.com
Cucarachas: podrían ser causantes de glaucoma
Un estudio publicado en la revista American Journal of Ophthalmology muestra un vínculo entre las personas que desarrollan glaucoma y las alergias hacia animales, como los gatos, e insectos, como las cucarachas. Los hallazgos sugieren que el sistema inmunológico tendría un rol clave en el desarrollo de la enfermedad.
El glaucoma es una enfermedad que afecta el nervio óptico, disminuyendo el campo visual y -de no ser tratado a tiempo- causando ceguera.
El estudio destaca que los alérgenos de gatos y cucarachas pueden tener propiedades bioquímicas o físicas que desencadenan anticuerpos que se dirigen al nervio óptico.
Para evitar la proliferación de cucarachas en el hogar debemos tomar una serie de medidas, tales como:
- Lavar la verdura de hoja cuando la ingresamos al hogar. Muchas veces, por falta de tiempo, se apoya la bolsa sobre la mesada. Si la verdura adquirida trae alguna cucaracha -es bastante común-, ésta podría aprovechar la oportunidad para anidar en la alacena e infestar la cocina rápidamente.
- Cuando traemos enseres usados, debemos proceder a desinsectizarlos a la brevedad. En ocasiones los objetos contienen nidos de cucarachas que no se ven a simple vista.
- Es importante mantener la pastina de los azulejos en buen estado, pues la especie germánica aprovecha pequeños orificios para acceder y anidar detrás. Lo mismo sucede en las grietas en las paredes.
- Otros lugares donde suelen anidar son los burletes de las heladeras, los marcos de las puertas y la parte posterior de los machimbres.
Si se percibe una infestación, será aconsejable tomar medidas el día en que el controlador de plagas acuda a nuestro hogar:
- Habrá que vaciar alacenas, bajo mesadas y otros lugares donde se sospeche haya cucarachas.
- El espacio a tratar se debe limpiar antes de la fumigación.
- Revisar bien los elementos que se retiraron, pues si hubiera insectos (por ejemplo, en los pliegues del envase de la mercadería, en las roscas de los frascos, etc.) estaríamos contribuyendo a la reinfestación.
- Una vez transcurridas dos horas, se puede volver a colocar la mercadería y los enseres en el espacio fumigado, sin pasar nada que pueda retirar el producto colocado, pues éste tiene acción residual.
Fuente: La prensa gráfica
Murciélagos, objeto de investigación
Desde el año 2011 la Dra. Olga Suárez -Directora del Laboratorio de Ecología de Roedores Urbanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigadora independiente del CONICET- estÁ trabajando junto con otros colegas del Instituto Malbrán en la implicancia sanitaria de la infección por Hantavirus e Histoplasma capsulatum en roedores y murciélagos asociados a ambientes urbanos.
Es en el marco de este proyecto que financiados por el Ministerio de Salud de la Nación exploran la presencia de estos patógenos en tejidos de roedores y murciélagos capturados en diferentes ambientes de Ciudad de Buenos Aires a fin de estimar la prevalencia de infección y analizar la relación entre el hábitat (lugar de captura) y el porcentaje de infección para cada animal.
Dado que la captura de murciélagos en un ambiente urbano es difícil, los investigadores han solicitado a las Empresas de Control de Plagas ejemplares vivos a partir de los servicios de exclusión de murciélagos que comúnmente se realiza en los taparrollos de las viviendas o lugares afines.
Los murciélagos se alimentan de insectos, por lo que tienen gran importancia para el ecosistema, aunque a la mayoría de las personas les disguste encontrarlos en sus viviendas.
Pueden trasmitir algunas enfermedades, por lo que se debe evitar manipularlos. Si encontramos excrementos -suelen aparecer en el alféizar de las ventanas o debajo de las correas que se utilizan para levantar las persianas- debemos retirarlos con guantes descartables y desinfectar la zona con lavandina.
Por ser una especie protegida no está permitido exterminarlos, sino que habrá que ahuyentarlos. En el mercado existen algunos productos aptos para este fin. También es útil colocar bolitas de naftalina en el taparrollos, ya que el olor no les agrada.
Murciélagos, objeto de investigación
Desde el año 2011 la Dra. Olga Suárez -Directora del Laboratorio de Ecología de Roedores Urbanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigadora independiente del CONICET- estÁ trabajando junto con otros colegas del Instituto Malbrán en la implicancia sanitaria de la infección por Hantavirus e Histoplasma capsulatum en roedores y murciélagos asociados a ambientes urbanos.
Es en el marco de este proyecto que financiados por el Ministerio de Salud de la Nación exploran la presencia de estos patógenos en tejidos de roedores y murciélagos capturados en diferentes ambientes de Ciudad de Buenos Aires a fin de estimar la prevalencia de infección y analizar la relación entre el hábitat (lugar de captura) y el porcentaje de infección para cada animal.
Dado que la captura de murciélagos en un ambiente urbano es difícil, los investigadores han solicitado a las Empresas de Control de Plagas ejemplares vivos a partir de los servicios de exclusión de murciélagos que comúnmente se realiza en los taparrollos de las viviendas o lugares afines.
Los murciélagos se alimentan de insectos, por lo que tienen gran importancia para el ecosistema, aunque a la mayoría de las personas les disguste encontrarlos en sus viviendas.
Pueden trasmitir algunas enfermedades, por lo que se debe evitar manipularlos. Si encontramos excrementos -suelen aparecer en el alféizar de las ventanas o debajo de las correas que se utilizan para levantar las persianas- debemos retirarlos con guantes descartables y desinfectar la zona con lavandina.
Por ser una especie protegida no está permitido exterminarlos, sino que habrá que ahuyentarlos. En el mercado existen algunos productos aptos para este fin. También es útil colocar bolitas de naftalina en el taparrollos, ya que el olor no les agrada.
Mariposas, indicadoras del estado del ecosistema
Si tu jardín o huerta tiene mariposas, a festejar! Significa que el ecosistema está funcionando en forma saludable.
En el jardín botánico del INTA Castelar crearon un sendero de observación y monitoreo de las mariposas. Por su estrecha relación con las plantas, las mariposas permiten detectar modificaciones en el medio ambiente.
De acuerdo con Bárbara Pidal –investigadora del Instituto de Recursos Biológicos (IRB) del INTA Castelar y una de las creadoras del sendero–, “las mariposas además de tener un atractivo especial por su vuelo y color así como por los maravillosos cambios que experimentan en su desarrollo, son excelentes bioindicadoras del estado de salud de los ecosistemas naturales”.
Los colores de sus alas, tan atractivos para nosotros, funcionan como una advertencia para ahuyentar depredadores: algunas tienen manchas que simulan ser grandes ojos, bien visibles para pájaros y otros posibles atacantes.
Aunque cazarlas es una cruel tentación -quién no lo hizo de chico?- no es recomendable hacerlo, pues en las alas algunas contienen tóxicos que pueden provocar alergias. Por otra parte, son insectos benéficos; lo mejor es preservarlas.
Si notás que en tu jardín no hay mariposas, te recomendamos atraerlas sembrando flores de colores vivos.
Las flores también pueden ser incorporadas a la huerta, mezcladas entre las hortalizas. Algunas flores tienen pétalos comestibles, como el taco de reina. Otras, como las caléndulas, tienen la ventaja adicional de atraer pulgones; como el tallo es gomoso, quedan adheridos y las plantas que sembramos se mantienen resguardadas de su ataque.
Fuente: Infocampo
Mariposas, indicadoras del estado del ecosistema
Si tu jardín o huerta tiene mariposas, a festejar! Significa que el ecosistema está funcionando en forma saludable.
En el jardín botánico del INTA Castelar crearon un sendero de observación y monitoreo de las mariposas. Por su estrecha relación con las plantas, las mariposas permiten detectar modificaciones en el medio ambiente.
De acuerdo con Bárbara Pidal –investigadora del Instituto de Recursos Biológicos (IRB) del INTA Castelar y una de las creadoras del sendero–, “las mariposas además de tener un atractivo especial por su vuelo y color así como por los maravillosos cambios que experimentan en su desarrollo, son excelentes bioindicadoras del estado de salud de los ecosistemas naturales”.
Los colores de sus alas, tan atractivos para nosotros, funcionan como una advertencia para ahuyentar depredadores: algunas tienen manchas que simulan ser grandes ojos, bien visibles para pájaros y otros posibles atacantes.
Aunque cazarlas es una cruel tentación -quién no lo hizo de chico?- no es recomendable hacerlo, pues en las alas algunas contienen tóxicos que pueden provocar alergias. Por otra parte, son insectos benéficos; lo mejor es preservarlas.
Si notás que en tu jardín no hay mariposas, te recomendamos atraerlas sembrando flores de colores vivos.
Las flores también pueden ser incorporadas a la huerta, mezcladas entre las hortalizas. Algunas flores tienen pétalos comestibles, como el taco de reina. Otras, como las caléndulas, tienen la ventaja adicional de atraer pulgones; como el tallo es gomoso, quedan adheridos y las plantas que sembramos se mantienen resguardadas de su ataque.
Fuente: Infocampo
Estudian parásitos que afectan a las abejas
En Misiones se está llevando a cabo el 9º Congreso Argentino de Entomología, que se desarrolla en el Centro de Convenciones en Posadas.
María Marta Cigliano es la vicepresidenta de la Sociedad de Entomología Argentina; además, es profesora de la Universidad Nacional de la Plata, investigadora del Conicet y trabaja en el Centro de Estudios Parasitológicos y Vectores (CEPAVE) de La Plata, que pertenece al Conicet y en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata, en la división de Entomología.
Respecto a la situación de las abejas, la entomóloga dijo que investigadores del instituto CEPAVE “trabajan con patógenos de estos polinizadores de abejas y también de los abejorros, y se estudia si esas enfermedades y también los ácaros pueden ser algunas de las causas que ocasionan esa reducción de colmenas que se da a nivel mundial,”, agregó.
El grupo de estudio de la SEA se interesa en los insectos que ocasionan daño en el agro, pero también investigan desde el punto de vista benéfico como el caso de las abejas.
La científica dijo que “lo relevante de este congreso es que existe una gran cantidad de investigadores jóvenes que están asistiendo y eso es un motor muy importante que impulsa el estudio en la entomología, también han venido investigadores de países limítrofes como Brasil y Uruguay”.
Lo cierto es que el problema de la reducción de colmenas se está produciendo a nivel mundial. Encontrar soluciones es fundamental para la supervivencia de las abejas y del resto de los seres vivos, ya que las abejas son polinizadoras por excelencia.
Fuente: Misiones on Line







