El vuelo de la libélula
Las libélulas, por su modo de vida, necesitan que su vuelo sea impredecible. Todas las especies de este grupo son depredadores muy voraces. Así que deben poder atacar sin que sus presas los esperen. Y al mismo tiempo son presas de otros muchos animales – sapos y aves entre ellos – de los que deben escapar.
Los investigadores han podido descubrir una serie de cuestiones. La primera, que cada una de las alas es independiente. Que las cuatro alas están controladas por músculos distintos ya se sabía. Pero no se tenía la certeza de que cada una podía hacer un movimiento distinto.
Y aquí está gran parte de su “secreto”. No sólo baten cada una de las alas con distinta frecuencia e intensidad. También son capaces de situarlas en un ángulo distinto con respecto al cuerpo. Esto les permite tener una de las mayores maniobrabilidades de todo el reino animal.
Entender la biofísica del vuelo de estos insectos tiene una gran importancia tanto para entender su historia evolutiva, como su neurobiología y neurofisiología – su “cableado” nervioso, por decirlo de alguna manera. Pero también puede tener grandes aplicaciones para la ingeniería de aviones y helicópteros, y sobre todo para los famosos drones. (Yahoo).
Fuente: latribuna.hn
Etiquetas: Libélulas