Hallan un insecticida natural en las semillas de chirimoya
El perfume del alcanfor o del eucaliptus cautivan al olfato humano, pero espantan insectos. Las hojas y tallos de otras plantas tienen sabores amargo o picante que disuaden a los mamíferos que quieren masticarlas.
En la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) investigaron estas características repelentes de las plantas. Y hallaron que las semillas de chirimoya -una planta autóctona del norte argentino- “fabrican” una sustancia protectora. La planta se inmuniza así ante hongos y bacterias, además de espantar a las aves porque su sabor y olor les repugna. Un plaguicida natural que no daña el ecosistema.
Antes de que la industria haga un repelente en base a chirimoya, la científica Alicia Bardón – profesora titular de la UNT, quien es doctora en química, investigadora del CONICET y la primera rectora de la universidad- da un consejo: “La gente puede usar la semilla molida, haciendo un extracto con alcohol etílico y agregando agua. Con esa solución se puede pulverizar en la casa, el jardín o la huerta”.
Fuente: clarin.com
Etiquetas: Insectos