Más sobre las pulgas
Las pulgas son consideradas plagas del hombre y de los animales domésticos; su problemática se extiende por casi todo el mundo.
Pueden ser vectores de diversos microorganismos patógenos (bacterias, protozoarios) responsables de diversas enfermedades (tifus murino, peste, cólera, salmonelosis, fiebre hemorrágica, etc.) y reservorios de algunos virus.
También son hospedantes intermedios de otros parásitos (como el gusano plano del perro), que parasitan a gatos y perros.
Su picadura da lugar a la formación de una roncha pequeña, rojiza con el centro pálido, dura y que causa comezón, pudiendo a veces llegar al sangrado. En el centro de la mismo puede verse un punto que señala la perforación realizada por sus piezas bucales. De todas formas, la reacción a su picadura varía de persona a persona.
Las larvas poseen aparato bucal masticador que le permite alimentarse de residuos orgánicos. No se alimentan de sangre ni son parásitos. Suelen también alimentarse de las deyecciones de las pulgas adultas.
Las pulgas adultas son parásitos intermitentes. Cuando necesitan alimentarse se prenden a sus hospedantes, pican y succionan sangre durante 10-15 minutos. Una vez completada la misma, en pocas horas digieren su alimento y a los pocos minutos expulsan unas gotitas de sangre por su abertura anal. Entre comida y comida, pasean sobre la piel de su hospedante o viven en el suelo. En condiciones desfavorables pueden pasar largo tiempo en ayuno.
Fuente: InfoPest, Johnson, Año 1, Número 1.
Etiquetas: Pulgas
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