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El agua ocupa las tres cuartas partes de nuestro planeta, pero sólo el 3% es dulce.

Nuestro país posee una alta disponibilidad de agua dulce, observable en sus ríos, sus glaciares, humedales y en el acuífero guaraní, este último compartido con las hermanas repúblicas del Uruguay, Paraguay y Brasil.

Disponer agua en abundancia muchas veces nos hace perder de vista el valor de la misma, y como todo lo que abunda, suele valorarse cuando se pierde.

Para evitar el desperdicio debemos mantener las canillas en buen estado, estar atentos a pérdidas en los sanitarios, no dejar el agua corriendo mientras no la necesitamos (al lavarnos los dientes, antes de ducharnos, al higienizar la vajilla).

Y también debemos tener en cuenta que el agua que bebemos debe ser segura. Si bien a nuestro domicilio llega potabilizada, debemos mantener en buen estado de conservación el tanque en el que la almacenamos, así como limpiarlo periódicamente.

Fuente: Revista Cabal